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Recelos mutuos en el inicio del alto el fuego en Gaza

Recelos mutuos en el inicio del alto el fuego en Gaza


Las últimas muertes registradas en Palestina, el poco claro compromiso de retiro de tropas y las condiciones impuestas que Hamás no quiere aceptar, ponen en vilo al acuerdo de alto el fuego que entró en vigor el viernes, firmado la semana pasada por impulso del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Un acuerdo proyectado por etapas y que en principio no explicita la reclamada concreción del Estado Palestino, con la que coinciden 155 países.

El mandatario estadounidense anunció que viajará mañana a Egipto para mantener reuniones con “numerosos líderes” globales, sobre todo europeos, y sin la presencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y también para ser parte de una ceremonia de firma del acuerdo junto a los garantes del armisticio, el propio Egipto, Turquía y Qatar, para así poner en marcha la primera fase de su plan de reconstrucción de Gaza. Un proyecto, a todas luces inmobiliario, que deja muchas dudas acerca del destino de los gazatíes, masacrados por una ofrensiva que duró dos años y se cobró más 67 mil vidas en la Franja, además de haber devastado la ciudad reduciéndola a cenizas. Ofensiva de cuyo inicio se cumplieron dos años el 7 de octubre, cuando movimientos islámicos encabezados por Hamás atacaron a civiles en el festival Nova, agresión sobre la que el mes pasado el diario israelí Haaretz reveló que las fuerzas armadas de Israel habían recibido advertencias y sin embargo no tomaron medidas de protección.

Para que el acuerdo camine hacia la finalización de una paz definitiva y duradera deberán cumplimentarse una serie de pasos que puedan satisfacer tanto a los participantes directos como a los mediadores. “Esta es la primera fase, pero el verdadero desafío reside en la reconstrucción, el gobierno y la unidad palestina, así como en poner fin a la ocupación israelí. Cisjordania sigue siendo atacada por el ejército y los colonos, mientras el gobierno israelí impulsa una agenda intensificada de asentamientos y anexión. A menos que se aborden las causas de fondo, no podrá haber una paz ni una estabilidad reales”, opinó desde Cisjordania la política, activista y exnegociadora palestina, Hanan Ashrawy en su cuenta de X. Del lado de apoyo más intenso a la acción bélica de Israel, el historiador y antropólogo Francisco Gil-White, no ve “ninguna” posibilidad de que el acuerdo se cumpla en su totalidad. Para este escritor estadounidense que visitó la Argentina esta semana, tras la primera fase de cumplimiento, en torno a la liberación de los rehenes, “primero, Hamás inmediatamente comenzará a incumplir todo lo estipulado de su lado en el acuerdo; y segundo, Trump interpretará que las violaciones de Hamás no son demasiado serias e insistirá que Israel no se defienda”. Lo que adelanta la posible estrategia de los sectores más ultras dentro del gobierno de Netanyahu en torno a deslegitimar lo arreglado hace una semana.

Con la entrada en vigor del alto el fuego y el retiro parcial de las fuerzas israelíes de Gaza, el acuerdo prevé que Hamás tiene 72 horas para liberar a todos los rehenes, vivos, unos 20, y otros tantos muertos, mientras que Israel liberará a cambio a cerca de 250 prisioneros palestinos. Este primer paso debería cumplimentarse este mismo lunes.

Ayer comenzaba a establecerse la misión misión de observación liderada por Estados Unidos para supervisar la evolución del alto el fuego, con la visita del comandante del Mando Central del Ejército de Estados Unidos (CENTCOM), el almirante Brad Cooper, a las zonas de la Franja de Gaza ocupadas por el Ejército israelí.

Este centro se encargará de «sincronizar las actividades» para estabilizar la situación en la Franja y vigilar el desarrollo de la tregua.  Fuentes militares norteamericanas confirmaron a agencias de noticias el despliegue en Israel de unos 200 efectivos que conformarán la columna vertebral de esta iniciativa, acompañada de una posible misión internacional, con la participación en el terreno de países como Qatar o Turquía.

En ese sentido, los principales grupos armados palestinos de Gaza dejaron por anticipado su posición de rechazar cualquier intento de imponer una «tutela extranjera» sobre la administración del enclave, lo que es una cuestión «puramente interna palestina», sostienen. Hamás, Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina no consentirán que Estados Unidos imponga una administración extranjera de transición, aseguraron, en lo que se avecina como uno de los grandes obstáculos para la iniciativa diseñada por la Casa Blanca.

Tras celebrar en un comunicado difundido por el diario afín Filastin los esfuerzos de Qatar, Turquía y Egipto, las tres facciones coinciden en que el cese provisional de hostilidades y la retirada parcial de las fuerzas israelíes en Gaza «representan un fracaso político y de seguridad de los planes de la ocupación para imponer el desplazamiento» forzado de la población palestina.

Incluso y pese al acuerdo, el Ministerio de Salud de Gaza difundió que al menos 35 palestinos murieron por ataques israelíes en la Franja de Gaza durante las primeras 24 horas del alto el fuego. El Ministerio estima que los hospitales gazatíes recibieron 151 muertos y 72 heridos en las últimas 24 horas. De los fallecidos, 116 fueron recuperados bajo los escombros de ataques pasados y 35 murieron desde el sábado. «



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