Un estudio realizado por UNICEF Argentina revela que el 31% de los hogares con niñas, niños y adolescentes en nuestro país no logra cubrir sus gastos corrientes y debe recurrir a endeudarse para comer.
Ese número asciende al 45% si se consideran aquellos núcleos familiares que tuvieron que pedir dinero prestado en aplicaciones, billeteras digitales, fiado en comercios o directamente prestado a allegados.

Asimismo, se destaca que el crecimiento del endeudamiento es con el sistema bancario formal, a través de las tarjetas de crédito y de créditos personales. Allí, un 70% de los hogares manifestaron que la deuda de las tarjetas de crédito supera la mitad de sus ingresos totales.
Encuesta Rápida de UNICEF
El dato surge de la novena Encuesta Rápida (realizada sobre un universo de 1342 hogares) que el organismo lleva adelante desde 2020 y que, si bien refleja una mejora frente al 48% registrado en 2024, todavía muestra datos preocupantes. Por caso, que más de dos millones de familias con niños continúan con ingresos insuficientes.
En 2025, asimismo, casi 4 de cada 10 hogares tuvo que dejar de pagar algún servicio. 45% de estos hogares se encuentra liderado por un jefe ocupado formal y un 12% por un jefe monotributista. Se destacan las dificultades con el pago de tarjetas de crédito (16%) y con servicios de las viviendas como luz, gas o agua (9%).
También se registraron hogares que debieron darse de baja de la prepaga o cambiar a los niños de escuela (9%) por no poder pagar la cuota. En paralelo, se registró un aumento del uso de la tarjeta de crédito para la compra de alimentos, sobre todo en sectores medios y medios/altos. En este caso, 54% de estos hogares tiene jefe asalariado formal y 11% monotributista.
En consonancia con la evolución de la pobreza extrema, el acceso a alimentos también experimentó una recuperación respecto de 2024. Sin embargo, todavía aproximadamente 30% de los hogares en donde viven chicas y chicos debe restringir el consumo de alimentos por falta de dinero (versus un 52% en 2024).
Esta situación se expresa de manera diferencial en los diversos sectores sociales: la proporción de quienes tuvieron que dejar de comprar alimentos por falta de dinero asciende a 45% en hogares con AUH y a 37% en los hogares monoparentales con jefatura femenina.