A León XIV se le iluminó a voz, segundos después de ser proclamado como el 267° papa de la Iglesia Católica, frente a la desbordante emoción de la muchedumbre que lo vivaba en la Piazza San Pietro y los millones que lo conocían por TV. A quien se le asigna la representación de unos 1400 millones de católicos, desde el balcón de la basílica, en el alma geográfica del imponente Vaticano, donde se presentaba al mundo entero, dejó el protocolo, el latín y el italiano y en un castellano con acento, sin disimular una sonrisa cómplice y expresó: «Un saludo en modo particular, a mi querida Diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo».
El obispo agustino Robert Francis Prevost nació en Chicago el 15 de setiembre de 1955 y allí comenzó su carrera eclesiástica, pero tiene una conmovedora relación con Perú, donde pasó buena parte de su vida y país del que es ciudadano desde 2015. Si bien hay quien le achaca alguna actitud respecto de los escándalos sexuales, también llega con el elogiado bagaje de haber desarrollado muy variadas labores pastorales en diferentes regiones peruanas desde 1985. Por ello fue que, en 2014, el papa Francisco lo nombró obispo de la diócesis de Chiclayo, en el departamento septentrional de Lambayeque.
¿Es realmente el continuador de Francisco; uno de los cardenales formados por Jorge Bergoglio a su medida y semejanza? ¿Un nuevo misionero para un Vaticanoen acción por los pobres, pero con fuertes rémoras conservadoras? ¿Significan algo sustancioso algunos detalles como que el Papa anterior se mostró desde su primer día, totalmente de blanco (con ese inolvidable fondo anaranjado) y despojado del color escarlata (simboliza la sangre de Cristo y la de los mártires) que sí utilizó León XIV? ¿Es más o menos ortodoxo o progresista que Francisco? En definitiva, otro Papa no europeo como parecía imponer la tradición.
El mundo que lo recibe es muy distinto al del 2005 (Benedicto XVI) y al del 2013 (Francisco). El primero Sumo Pontífice estadounidense. ¿S e erigirá en el contrapeso ideológico del gobierno de Donald Trump, que de antemano lo imaginaba como «el peor escenario» y donde se ya se lo llamó «papa marxista»? Al menos, un preocupado por la problemática de los migrantes tiene hoy un presidente con compulsión contra ellos.
Latinoamericano
El futuro de León XIV confirmará esas incógnitas y muchas más. Será entronizado el domingo próximo, a las 10, hora romana. Sería deseable que el presidente argentino, esa vez, no llegara tarde.
El pasado de Robert Prevost lo sitúa en el norte de Perú, en especial Chiclayo, también conocida como «la Capital de la Amistad», destino turístico y quinta ciudad más grande del país con 600 mil habitantes.
De allí es Roger Santa Cruz Carranza, politólogo por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque, máster en Gerencia Pública de la Jesuita Antonio Ruiz de Montoya; en Gobernabilidad e Innovación Pública por la Pontificia Católica. El columnista en Semanario Expresión responde con asombro: «Bueno, soy chiclayano, la ciudad en cuya diócesis estuvo el papa León XIV».
–Chiclayo debe estar revolucionada.
–Hemos recibido la noticia con gran algarabía en la ciudad, y también en todo el territorio nacional. Prevost cuenta con DNI peruano, chiclayano específicamente y es un honor que tome el legado de Francisco, sobretodo él, que dejó la vara tan alta en el Vaticano.
–¿Por qué se lo recuerda con tanto afecto?
–Hizo un gran trabajo, sobre todo durante la pandemia. Fue uno de los promotores, por ejemplo, de que en Chiclayo haya una planta de oxígeno, impensable en ese momento. Salió a bendecir las calles durante el confinamiento. Y tuvo bastante relación con instituciones educativas de a la orden de la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo, de la que es canciller emérito. Y, claro, su gran gestión al frente de la Iglesia.
–No sólo tuvo presencia en la ciudad.
–Siempre se movilizó también a las zonas rurales, hasta donde abarca la diócesis. En Cajamarca, en la sierra, la zona altoandina, en Cañares, en Motupe, en toda la región Lambayeque. Fue conocido por su práctica religiosa y por su vocación humana, al servicio de la sociedad.
–Tu relación con él fue en la Pastoral Juvenil de Chiclayo.
–Chiclayo es una ciudad, digamos, intermedia. La gente es fácil de conocer. Además de su labor social, estuvo muy presente en diversas coordinaciones y en la Pastoral. También ejerció funciones académicas y mi labor es bastante académica. Hemos intercambiado muchas intervenciones allí, en la Pastoral, también en la construcción de la iglesia de Pimentel (NdR: localidad ubicada en la costa del Pacífico) y en muchísimo eventos protocolares, ceremoniales, incluso no eclesiásticas. Tengo muchos recuerdos, por ejemplo, en las fiestas de diciembre: es usual que la diócesis de Chiclayo promueva actividades, cenas, chocolatadas para niños necesitados, todo tipo de festejos. En esas ocasiones pude notar sus enormes cualidades humanas. Hombre de meterse en los barrios, muy cercano a la gente. Aquí inauguró varias parroquias y participó mucho en la vida de las familias.
–¿Cómo lo definirías más allá de su acción religiosa?
–Sumamente sencillo, muy humilde, abierto al prójimo, sensible. He visto su conmoción ante eventos desafortunados de los fieles, sobretodo en pandemia. Lo recuerdan mucho los clubes de madres, los comedores populares… Mostró siempre una actitud muy humana. Transmitía una gran paz al conversar. Sobre todo eso. No solamente un mensaje de paz sino llamativa una sensación de paz hacia su interlocutor. Un alma caritativa, siempre.
–Además incursionó en temas escabrosos para la Iglesia.
–Fue muy importante a la hora de destapar los escándalos religiosos. Tanto como obispo, como jefe del dicásterio, promovido por Francisco, donde accionó con energía para que se destapara el muy sonado caso del Sodalicio en el Perú. También tuvo una riña bastante fuerte con el exarzobispo de Piura, José Antonio Eguren, quién además pertenecía al Opus Dei. Mantuvo una activa protesta contra la masacre en San Juan de Miraflores y además se manifestó con valentía hacia el expresidente Alberto Fujimori para que pida perdón a sus víctimas. Siempre tuvo una actitud de mucho compromiso. «
El primero
Robert Francis Prevost tiene dos hermanos menores: Louis, un veterano militar que reside actualmente en Florida, y John Joseph, director jubilado de una escuela católica quien recordó la premonición de una vecina de la familia
que, en 1961, cuando
el futuro León XIV tenía apenas cinco años, le dijo: «Serás el primer Papa
de Estados Unidos».
La frase
Francisco optó por Miserando atque eligendo (Lo miró con misericordia y lo eligió), expresión de San Beda. El lema de León XIV es In Illo uno unum (En Él, uno solo), de un sermón de San Agustín. La frase figura en el nuevo escudo papal: la parte superior azul, con un lirio blanco, y la inferior, clara, con un libro cerrado y un corazón atravesado por una flecha, que recuerda a la Orden de San Agustín.
Azulgrana
Diferencia con Francisco: León XIV es más afecto al tenis que al fútbol. Pero hay una coincidencia: en Chiclayo, como en Boedo, el club popular se llama San Lorenzo de Almagro. Fundado 20 años después con los mismos colores y escudo muy similar. Y su clásico rival es el Boca Juniors de Chiclayo… Sonríen los de Estudiantes de La Plata: al Pincha le dicen León y está 14° en la tabla anual.