Desde temprano, brotaba la gente. Por las diagonales que desembocan en la Plaza de Mayo, por Belgrano -cortada al tránsito cerca del mediodía- y por avenida de Mayo, la marcha de la gente fue incesante. A las 12, el centro porteño ya estaba tapizado de argentinos y argentinas que se movilizaban en defensa de Cristina Kirchner y también de la democracia. La imagen final, desde el aire, exhibe la contundencia sin la necesidad de agregar más palabras.
Por Belgrano, La Cámpora desplegó una enorme columna que poco después de las 12 ya viajaba camino a la Pirámide de Mayo. Por 9 de Julio, cerca del ex Ministerio de Desarrollo con la imagen de Evita, estaban las organizaciones sociales. El aluvión no se detuvo en toda la tarde: el PJ con todas sus seccionales, Peronismo Militante, Nuevo Encuentro, El Hormiguero, el Evita también sumaron sus columnas. Un poco más atrás, por 9 de Julio, se reunió el Movimiento Derecho al Futuro. A su lado, también estaba Patria y Futuro. El destino final también iba a ser el mismo: todos y todas a Plaza de Mayo, donde estaba montado un escenario desde temprano. La pregunta que circuló en la masiva marcha fue unánime: «¿Quién hablará?», se preguntaban acá y allá las y los manifestantes. La demostración recién empezaba, aunque la contundencia ya se vía con fuerza en las calles.
“Traigan al gorila de Milei, para que vea, que este pueblo no cambia de idea, lleva las banderas de Evita y Perón”. La gente cantaba en la plaza cuando aparecía un dron volando bajo. Los dedos en ve. Sobre el césped de la plaza una multitud, organizada pero también suelta, esperaba el acto, y cuando sonaron los primeros compases de la marcha peronista desde los parlantes del escenario, estallaron en festejos. Todos, a esta altura sabían que Cristina va a hablarles.
Por avenida de Mayo ingresaban a la plaza las banderas de los maestros bonaerenses de SUTEBA. Más atrás, sobre el asfalto otras organizaciones y sindicatos se van encolumnando hacia la 9 de Julio. Están los sindicatos del personal legislativo, Sipreba, SATSAID, y estatales, entre otras. También el Frente Patria Grande y el Frente Renovador, entre muchas otras organizaciones políticas, sindicales y movimientos sociales. La marca de la CGT también se veían en los gremios que forman parte de la central, como Smata que movilizó desde temprano por Belgrano. Por allí también pasó la UOM mientras que las dos CTAs se movieron desde Piedras y Avenida de Mayo.
Por Diagonal Norte, transitó la izquierda que había armado un acto en el Obelisco de aquellos partidos agrupados en el Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad (FIT-U). En tanto, por Avenida de Mayo se movilizaron distintos organismos de Derechos Humanos, como Abuelas e H.I.J.O.S Capital.
Todos los caminos terminaron en el mismo lugar, en una histórica Plaza de Mayo completamente desbordada, con un dato que llegó desde el escenario antes de que hablara Cristina. «Un millón de personas», dijo el locutor sobre la estimación de la concurrencia a la marcha. Fue nada menos que el pueblo en las calles otra vez para construir un inolvidable día peronista a pleno rayo del sol. De resistencia y en defensa de la democracia, de CFK y, como decía la consigna, de la patria argentina.
