Aunque ambos comparten nacionalidad, posición y un pasado reciente en la Selección Argentina, lo cierto es que Julián Álvarez y Mauro Icardi habitan mundos económicos completamente distintos dentro del fútbol europeo. Mientras uno se proyecta como futuro indiscutido del fútbol mundial, el otro construye una carrera sólida pero sin el mismo alcance global. La diferencia en sus ingresos anuales lo deja bien en claro.
Según cifras recientes, el ex delantero de River y actual figura del Atlético Madrid percibe más de siete millones de dólares por temporada, gracias al contrato firmado con el equipo dirigido por Diego Simeone. Su ascenso meteórico desde la Premier League a La Liga le ha permitido aumentar su valor en el mercado y también su sueldo, aunque todavía sin alcanzar el nivel de los contratos más altos del continente.
Icardi, con cifras millonarias pero en una liga menor
Por su parte, Mauro Icardi, hoy figura del Galatasaray en Turquía, recibe un salario neto superior a los diez millones de euros al año, lo que representa más de once millones de dólares. Esta cifra lo posiciona como uno de los jugadores mejor pagos de ese país, aunque su impacto mediático y comercial ha ido disminuyendo con el paso del tiempo.
Además del sueldo fijo, el ex PSG e Inter complementa sus ingresos con premios por rendimiento y bonificaciones contractuales. A eso se suma su faceta empresarial, con inversiones en bienes raíces, moda y otros negocios impulsados durante años junto a Wanda Nara. Su patrimonio total, según estimaciones judiciales, rondaría los cien millones de dólares.
La diferencia que marca el presente
Más allá de las cifras, la realidad deportiva de ambos también muestra contrastes. Mientras Icardi se mantiene como goleador en una liga de menor exposición internacional, Álvarez se afirma como figura joven en una de las competencias más exigentes del mundo, compartiendo cancha con figuras de primer nivel.
Su salario, si bien inferior al del rosarino, se interpreta más como una apuesta a futuro que como un techo. Con apenas 24 años, Julián parece destinado a escalar posiciones no solo en lo deportivo, sino también en los rankings salariales del fútbol mundial.
Dos caminos, dos realidades
A simple vista, puede sorprender que un jugador del fútbol turco gane más que uno de los grandes talentos sudamericanos en Europa occidental. Pero la historia detrás de cada uno explica la diferencia: Icardi supo negociar desde una posición de figura consolidada, mientras que Julián aún está en plena etapa de crecimiento.
Lo cierto es que, aunque ambos argentinos se destacan dentro de sus equipos, sus ingresos anuales reflejan caminos muy diferentes. Uno capitaliza su nombre y experiencia; el otro, su juventud y proyección. Ambos exitosos a su manera, pero con cuentas bancarias que hablan idiomas distintos.