Sigmund Freud huyó de su amada Viena ocupada por Hitler ayudado por amigos influyentes y se instaló en Londres, en 1938. En Inglaterra falleció aquejado por un cáncer acelerado por la depresión que le produjo la muerte de cuatro hermanos en campos de concentración del nazismo para judíos y opositores comunistas y socialdemócratas.
La historia del creador del psicoanálisis cobra relevancia para analizar la actualidad política chilena.
En Chile, Johannes Kaiser, candidato del Partido Nacional Libertario, ha declarado que apoyaría una dictadura como la de Augusto Pinochet si ganase las elecciones de noviembre la coalición hoy en el gobierno. La candidata del actual oficialismo, electa en comicios internos con una amplia mayoría, es una mujer comunista que desempeñó en el gobierno de Gabriel Boric el Ministerio de Trabajo. Su nombre es Jeanette Jara, quien según la encuesta de la empresa Black and White tendría el 39% de aprobación para las elecciones.
En sus declaraciones Kaiser agrega que él es partidario de la proscripción del Partido Comunista chileno, el más grande y significativo de Latinoamérica, como ha hecho el gobierno de facto-desde Mayo del 2024- de Volodímir Zelenski en Ucrania,
¿Es esa declaración un exabrupto psicoanalítico freudiano, un chantaje nazi/fascista o una mezcla de ambos?
Un estado democrático en el que ocurre una campaña electoral debería judicialmente condenar a Kaiser por atentar contra sus propios cimientos.
Las fuerzas armadas de ese país deberían públicamente distanciarse de una declaración monstruosa que las menciona como futuras ejecutoras de un golpe de estado.
El liderazgo político, intelectual, artístico chileno, latinoamericano e internacional, debería también pronunciarse contra las palabras de Kaiser por higiene política y social.
La constelación de sectores sociales y políticos de centro que existen en Chile no pueden dejarse chantajear por los dichos de Kaiser, de ascendencia familiar alemana como lo era Adolfo Hitler que escribió Mi Lucha, pero también Carlos Marx autor de El Manifiesto Comunista.
Vale la pena evocar las múltiples advertencias del riesgo fascista en Chile hechas por Salvador Allende, a quien le arrebataron su vida en La Moneda defendiendo la democracia y la Constitución.
Y evocar los versos del clásico de la lengua y premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, militante del Partido Comunista de Chile aparentemente asesinado con una inyección que le provocó una septicemia en una clínica de Santiago, pocos días después del golpe de Pinochet .
En su libro dedicado a la guerra civil española desatada por el fascista Francisco Franco escribió:
Y una mañana todo estaba ardiendo y desde entonces fuego y pólvora
Y la sangre de niños corría sencillamente como sangre de niños.