Un cuento de nunca acabar. Una historia que arrastra lucha, marchas y represión. Desde el 2018, la enfermería porteña viene reclamando por sus derechos tras la aprobación de la Ley 6035 que excluyó a miles de licenciados en enfermería de la carrera profesional.
En las últimas horas, el Sindicato de Trabajadores de Enfermería (SITRE) presentó un escrito ante el Tribunal Superior de Justicia porteño en el que rechaza la Ley 6.767, conocida como Ley de Enfermería, al considerar que siguen siendo discriminados, con salarios más bajos y menos días de descanso, en comparación con otros profesionales de la salud.
“Apenas se nos excluyó en el 2018 de la carrera profesional, nosotros, al igual que ATE y muchos enfermeros y enfermeras, presentamos un amparo que tomó carácter colectivo. Al SITRE le dieron la representación de nuestros afiliados a través de ese amparo, al igual que ATE, y ya llevamos en este tiempo dos fallos a favor: el del Juzgado Contencioso Administrativo Nº 6 y la Cámara de Apelación Nº 2”, recordó en diálogo con Tiempo Chistian Acosta, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Enfermería (SITRE).
El objetivo del SITRE es que los licenciados en enfermería sean incluidos en la Ley 6.035, que define cuáles son las 24 carreras profesionales de la salud porteña. La exclusión de la carrera profesional es un ajuste encubierto que incluye un fuerte recorte salarial de toda la enfermería.
“Hoy un enfermero que ingresa a trabajar a la Ciudad, está promediando los 900.000 pesos de bolsillo. frente a un residente, sea un médico, un psicólogo, una nutricionista o mismo un enfermero que está en el periodo formativo de especialidad, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le paga arriba de 1.300.000 pesos de bolsillo. Ya de por sí en el escalafón más bajo sería una diferencia a 400.000 pesos”, explicó Acosta.
Cabe recordar que el año pasado, mientras el amparo presentado en un principio avanzaba en el Poder Judicial, el Sindicato inició conversaciones con distintos legisladores porteños para intentar que las y los licenciados en enfermería, sean incluidos en la carrera profesional de salud. Cuando parecía que estaban los votos necesarios para hacerlo, en las sombras y de espaldas a todos los trabajadores, el Gobierno porteño presentó un proyecto alternativo, conocido como Ley de Enfermería (la 6.767), que terminó aprobándose por apenas un voto de diferencia en noviembre del 2024.
“La Ley redactada por el gobierno porteño, no nos reconocen las especialidades que eso también implica una diferencia entre 150 y 300 mil pesos más de bolsillo, dependiendo de la antigüedad. Pero también nos discriminan respecto a la carga horaria en promedio casi todos los enfermeros, por lo menos los que trabajan en área abierta, trabajan 35 horas frente a quienes son reconocidos como profesionales que trabajan 30 horas”, termina Acosta.