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Comienza el juicio a «Chispa» Sánchez, el represor de la ESMA vinculado al secuestro de Walsh

Comienza el juicio a «Chispa» Sánchez, el represor de la ESMA vinculado al secuestro de Walsh


El nombre de Gonzalo “Chispa” Sánchez fue uno de los primeros en difundirse entre los represores de la ESMA que integraban el Grupo de Tareas 3.3.2 por los testimonios que dieron sobrevivientes y víctimas de ese centro clandestino de detención ilegal, el más grande que funcionó en la Capital Federal durante la última dictadura cívico militar.

Como oficial de la Prefectura Naval supo integrar la patota que secuestró al escritor y periodista Rodolfo Walsh, capturado en el barrio de San Cristóbal el 25 de marzo de 1977, un día después de haber escrito su célebre “Carta Abierta a la Junta Militar”, en la cual describía los horrores de un régimen que además de aplicar un plan represivo implementaba un proyecto económico de “miseria planificada”.   

En pose campechana, solía entrar en contacto con las personas en cautiverio, mostrarse fraterno en medio del infierno y confesarles alguna infidencia, como cuando contó que los “traslados” de prisioneros que se hacían en ese centro clandestino de la Armada eran en realidad el inicio de un procedimiento criminal que terminaba en los denominados “vuelos de la muerte”, destino final de muchas de las víctimas que pasaron por la ESMA.

La Ley de Obediencia Debida, en los años ochenta, y una larga estadía como prófugo en Brasil desde inicios del siglo XXI le permitieron eludir durante años el accionar de la Justicia. Pero el tiempo de la impunidad parece haber terminado para “Chispa” Sánchez, que a los 74 años comenzará a ser juzgado desde el miércoles en el Tribunal Oral Federal Número 5 por delitos de lesa humanidad.

Sánchez será dictaminado por 193 casos de privación ilegítima de la libertad y algunos homicidios, hechos cometidos en los períodos comprendidos entre el 1° de enero de 1976 y el 31 de diciembre de 1976; entre el 2 de marzo de 1977 y el 31 de diciembre de ese mismo año; entre el 16 de enero de 1978 y el 1 de agosto de 1978; y entre ese día y el 31 de diciembre.

Estas limitaciones temporales se establecieron en los términos de la sentencia de extradición fijada por la Justicia de Brasil, desde donde “Chispa” fue enviado en mayo de 2020, en plena pandemia de coronavirus.

El jueves pasado, el TOF 5 denegó posponer el inicio de las audiencias en base a pedidos formulados por la defensa del represor, referidos a motivos de salud e intervenciones que debía realizarse este mes.

Los magistrados no hicieron lugar y ratificaron la fecha de inicio que estaba programada para este 8 de octubre a las 9:30 de la mañana en los Tribunales Federales de Comodoro Py, y fijaron otras dos audiencias para el 22 y 29 de este mes.

“La mayoría de los hechos que van a analizarse están probados en la megacausa ESMA y por eso creemos que se tratará de un juicio corto, en el cual muchos testimonios serán leídos porque se produjeron en otros procesos orales y públicos”, señaló en diálogo con Tiempo Argentino el abogado Adrián Krmpoic, representante de las querellas que siguen Patricia Walsh –hija de Rodolfo— y el sobreviviente Carlos Lordkipanidse.

Desde que fue requerido desde tierras brasileñas, donde abrazó la fe evangélica, Chispa permanece recluido en la Unidad Penal 34 de Campo de Mayo. Desde su lugar de detención pidió en tres oportunidades ser beneficiado con la prisión domiciliaria. En su última solicitud indicó que se alojaría bajo libertad vigilada en una iglesia de un pastor ubicada en Villa de Mayo, en el partido de Malvinas Argentinas. Hasta ahora, no tuvo suerte.

La amabilidad del represor

Los sobrevivientes de la ESMA que tuvieron contacto con “Chispa” lo recuerdan como un tipo entrador, que se mostraba amable y conversador con los prisioneros que estaban sometidos a trabajo esclavo por los marinos. Tal vez lo hacía para distenderse de la presión que le generaba participar en la represión ilegal o como una forma compensar el menoscabo con el que los efectivos de la Armada trataban a los prefectos, a quienes despectivamente apodaban como “los hidrocanas”.

Lucía siempre bronceado y vestía camisas a cuadros y pantalones de jeans. Un día de diciembre de 1976, llegó a un sector de la ESMA donde se encontraba un grupo de prisioneros. Con una guitarra en mano, se puso a cantar para ellos canciones de rock nacional. Pocos días antes, esos detenidos habían visto cómo los represores mataban a golpes y a patadas a Jorge Mendé, médico y militante Montonero.

“El de ‘Chispa’ era uno de los nombres que más escuchábamos. El otro era el de ‘Rata’, que era el apodo de (Antonio) Pernías”, recordó en diálogo con este medio Carlos Loza, sobreviviente de ESMA.

Horacio Domingo Maggio, quien logró escapar de la ESMA y estuvo un año clandestino hasta que fue ejecutado por el Ejército, describió cómo “Chispa” le contó los métodos que usaban los represores para eliminar a los detenidos.

En 1979, Alicia Milia de Pirles, Ana María Martí y Sara Solarz de Osatinsky, declararon en Francia sobre lo que habían presenciado en ese centro clandestino de La Armada e identificaron al exprefecto.

Tras el final de la dictadura, el represor declaró ante la Justicia, y alegó haber participado “en algunas operaciones como simple ayudante”. La sanción de la Obediencia Debida en 1987 impidió el avance de las investigaciones sobre Chispa.

Sánchez se fue a vivir a San Antonio Oeste, en Río Negro, donde prosperó como empresario pesquero. En 1999, el juez español Baltasar Garzón pidió su captura internacional junto a otros 46 genocidas por asesinatos y torturas. Por entonces, se trasladó a Brasil y años más tarde el juez Sergio Torres, a cargo de la instrucción de la causa ESMA, pidió detenerlo para indagarlo.

Chispa resultó localizado en 2013, en Angra Dos Reis, al sur de Río de Janeiro. Trabajaba como arquitecto naval. Para evitar comparecer ante la Justicia, volvió a fugarse. Siete años después, fue hallado en Paraty, otra ciudad de Brasil. Fue extraditado a Argentina y un lustro después irá a juicio oral y público.

“Vamos a seguir buscando justicia hasta que paguen todos los represores”, afirmó a Tiempo Lordkipanidse al referirse a Sánchez, integrante de la patota que perpetró los secuestros y crímenes más emblemáticos de la ESMA. «



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