La guerra de los 12 días, un pase de comedia al borde del abismo

La ostentación de ricachones frente al clamor por un impuesto a hiperfortunas

La guerra de los 12 días, un pase de comedia al borde del abismo

La ostentación de ricachones frente al clamor por un impuesto a hiperfortunas

La guerra de los 12 días, un pase de comedia al borde del abismo

La ostentación de ricachones frente al clamor por un impuesto a hiperfortunas

La guerra de los 12 días, un pase de comedia al borde del abismo

La ostentación de ricachones frente al clamor por un impuesto a hiperfortunas

La guerra de los 12 días, un pase de comedia al borde del abismo

La ostentación de ricachones frente al clamor por un impuesto a hiperfortunas

La guerra de los 12 días, un pase de comedia al borde del abismo

La ostentación de ricachones frente al clamor por un impuesto a hiperfortunas

La guerra de los 12 días, un pase de comedia al borde del abismo

La ostentación de ricachones frente al clamor por un impuesto a hiperfortunas

La guerra de los 12 días, un pase de comedia al borde del abismo

La ostentación de ricachones frente al clamor por un impuesto a hiperfortunas

La guerra de los 12 días, un pase de comedia al borde del abismo

La ostentación de ricachones frente al clamor por un impuesto a hiperfortunas

La guerra de los 12 días, un pase de comedia al borde del abismo

La ostentación de ricachones frente al clamor por un impuesto a hiperfortunas