“Tengo que rendir 72 bombas y 500 fasos. Y 30 bombas combo”. Esa anotación fue secuestrada en el búnker narco que ocupaban los dos gendarmes del Batallón Antidrogas detenidos el viernes pasado en Moreno. Los investigadores lo sumaron al expediente en trámite: lo que ahora se intenta es determinar la ruta de la cocaína y la marihuana que comercializaban al menudeo.
En ese papel escrito a mano también hay otros detalles tales como “vendí un gramo” y “10 mil remisero”, otros datos que sirven para comprender parte de la precaria operatoria instrumentada por los agentes, que además dejaron los dedos marcados y evidencias por doquier. La situación procesal Fernando Luna (31) e Iván Agustín Coronel (26) se agrava por ser integrantes de una fuerza de seguridad.

Como informó Primer Plano Online el pasado viernes, los dos efectivos fueron detenidos en la localidad de Trujui, en Moreno, luego de una persecución que comenzó en la esquina de Hernán Cortés y Quilmes, cuando una patrulla policial advirtió la actitud sospechosa de tres hombres y una mujer frente a una vivienda del barrio. Cuando fueron reducidos descubrieron que tenían en su poder dosis de cocaína y marihuana listas para la venta.
Otro comandante de Gendarmería detenido
Además, en un allanamiento fiscal de urgencia los investigadores descubrieron que habían montado un búnker con un circuito de videocámaras con el que controlaban la actividad de toda la cuadra. Junto a Luna y Coronel fue detenida Aimara Belén Becerra (33), cuya participación en la estructura está en investigación. La pregunta que subyace el expediente es si eran un eslabón suelto o forman parte de una organización paralela a la Gendarmería.
En la vivienda que usaban de centro de operaciones, el fiscal Leandro Ventricelli, de la UFI Nº 12 de Moreno, incautó tres teléfonos celulares, una libreta con anotaciones, y más de $180.000 en efectivo y 22 envoltorios con cocaína (11,09 gramos) y 10 con marihuana (51,06 gramos), según confirmaron las pericias químicas.

Los detenidos quedaron a disposición del funcionario judicial bajo cargos de tenencia ilegal de estupefacientes con fines de comercialización y tenencia ilegal de arma de guerra, en ambos casos agravada por ser personal de una fuerza de seguridad.
El tema es que, en paralelo a estas detenciones, un comandante de esa fuerza fue detenido el pasado fin de semana en una ruta de Santiago del Estero a bordo de una camioneta: entre el equipaje había una mochila con casi seis kilos de cocaína, además de casi $ 1 millón y dinero en moneda paraguaya. Aníbal David Borda (50) es médico y comandante de la GNA con domicilio en Cerrillos, provincia de Salta. Sus acompañantes también quedaron presos e incomunicados.


