El estreno de River en el Mundial de Clubes comenzó con una victoria clara ante el Urawa Red Diamonds, pero lo más difícil está por venir: Monterrey e Inter de Milán aparecen en el horizonte. En medio de esa preparación, Marcelo Gallardo analizó públicamente cuál es la gran diferencia que siente al disputar este torneo en comparación con la Copa Libertadores.
“No estoy proyectando hasta dónde vamos a llegar”
En una entrevista con ESPN F12, el entrenador fue claro sobre su manera de encarar este tipo de competencias: “En el Mundial de Clubes quiero que el equipo mejore, que tenga una impronta de pensar en grande”, remarcó. Y luego amplió: “No es pensar dónde vamos a llegar, sino enfrentar cada partido con el deseo de ganar. En eso pienso”, dijo, dejando claro que su enfoque es partido a partido, sin proyecciones a largo plazo.
La diferencia con la Libertadores, según explicó, está en el tipo de presión que se autoimpone el club. “En nuestro torneo de CONMEBOL, nos preparamos para llegar a la instancia final. Es una obligación que nos ponemos nosotros como club”, sostuvo, reforzando que en Sudamérica, River tiene un rol casi obligatorio de protagonista.
Cuidado con el Inter: Gallardo ya lo mira de reojo
Si bien el próximo duelo será ante Rayados de Monterrey, Gallardo ya analizó también lo que se viene con el conjunto italiano. “El Inter estuvo a tope de competencia todo el año y al final no ganó nada. Es un muy buen equipo”, señaló sobre el conjunto nerazzurro, reconociendo su jerarquía a nivel europeo.
Aun así, lejos de mostrarse intimidado, el técnico dejó una advertencia: “Por lógica sí, vamos a salir a jugar de igual a igual. Después está la calidad del rival: si te llega o no te llega, si te permite o no te permite”, apuntó con la claridad habitual de su discurso.
Una visión con ambición y respeto por la élite
Gallardo demostró una vez más que no se trata solo de táctica y estrategia, sino de actitud mental. Su mensaje estuvo lleno de convicción, pero también de respeto por los desafíos del torneo. Enfrentar al Inter o a cualquier grande del mundo no lo intimida, pero sí lo obliga a pensar cada movimiento con precisión.
Mientras River se alista para su segundo encuentro, la mentalidad de su entrenador queda clara: pensar en grande sin dejar de pisar firme. Porque si algo caracteriza a los equipos de Gallardo, es que saben competir en cualquier escenario, desde la Copa Libertadores hasta el máximo escenario mundial.