En una paradoja que solo el fútbol puede ofrecer, Sebastián Beccacece, actual entrenador de la Selección de Ecuador, está en el centro de una polémica que crece con fuerza. A pesar de haber logrado la clasificación al Mundial 2026, el técnico argentino enfrenta un clima hostil, con buena parte de la hinchada y sectores de la dirigencia pidiendo su salida inmediata.
Los recientes empates sin goles ante Brasil y Perú, por las Eliminatorias Sudamericanas, dispararon una ola de críticas por el pobre rendimiento ofensivo del equipo. En ese contexto, Beccacece decidió romper el silencio y defender su trabajo al frente de la Tricolor: “Tengo contrato hasta que finalice el Mundial y Dios quiera lo pueda llevar adelante, concretar mi sueño”, expresó. Y agregó: “Es mi desafío, para eso vine. Trabajo día y noche para el sueño de los ecuatorianos”.
La defensa de un proyecto en duda
El exentrenador de Defensa y Justicia apeló al compromiso y a la proyección a largo plazo, pero su discurso no logra calmar a una afición cada vez más disconforme. A pesar de que Ecuador es la selección menos vencida de la clasificatoria (solo cinco goles en contra), los 13 goles en 16 partidos generaron inquietud sobre el verdadero potencial del equipo en un torneo como el Mundial.
Aunque cuenta con el respaldo del presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), algunos dirigentes no estarían convencidos de sostener el proyecto. En redes sociales, los hinchas no escatiman en críticas: “Beccacece nos vendió humo”, “Necesitamos que vuelva Gustavo Alfaro”, y “Jugando así no pasamos de fase” son algunos de los comentarios que circulan.
Clasificación asegurada, pero sin paz
La fecha 16 de las Eliminatorias marcó la clasificación oficial de Ecuador y Brasil al Mundial que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá. La Tricolor selló su pase con un empate sin goles en Lima, que le permitió llegar a 25 puntos, dejando sin chances a Venezuela, que quedó estancada en 18 unidades y ya no puede alcanzarla en la tabla.
A pesar de haber logrado la clasificación con dos jornadas de anticipación, la falta de contundencia preocupa seriamente. La afición esperaba más de una generación de jugadores prometedora, pero el bajo nivel en ofensiva y el estilo conservador de Beccacece provocaron que incluso su continuidad esté en duda.
¿Futuro incierto para Beccacece?
Si bien el contrato del técnico está firmado hasta diciembre de 2026, las presiones externas podrían torcer el rumbo. La incógnita ahora es si los dirigentes apostarán por sostener el proceso o si optarán por un cambio de rumbo con miras al Mundial. El desafío de hacer historia está sobre la mesa, pero el crédito del entrenador parece acortarse cada vez más.
