Luego de varios días marcados por la tensión judicial y la disputa con Wanda Nara, Mauro Icardi logró reencontrarse con sus hijas y pasar tiempo con ellas antes de su regreso a Turquía. El futbolista solicitó formalmente al Galatasaray una prórroga para reincorporarse más tarde a la pretemporada, con el único objetivo de disfrutar de unos días más con Francesca e Isabela.
El reencuentro no fue sencillo. Aunque existía una orden judicial que le concedía al jugador una semana junto a las niñas, Wanda se negó a cumplirla durante horas. Atrincherada en su departamento de Chateau Libertador, resistió la entrega hasta que, finalmente, tras casi diez horas de espera, Icardi se retiró del lugar con sus hijas el viernes 27 de junio.
La intimidad de un reencuentro postergado
La escena fue tan tensa como emotiva. Según reveló Luis Ventura en el programa Secretos Verdaderos, el delantero esperó pacientemente durante horas hasta que se cumpliera la disposición del juez. «Casi 10 horas esperando que la mamá se dignara a entregar a las niñas», comentó el periodista, quien detalló que el reencuentro había sido autorizado judicialmente para que Icardi pudiera despedirse antes de volver a Estambul.
Conmovido por la situación y consciente de que no volverá a verlas en varios meses, el exdelantero del Inter solicitó al Galatasaray un permiso especial para extender su estadía en Argentina hasta el 4 de julio, y el club finalmente accedió al pedido. La decisión, aunque excepcional, fue entendida como un gesto de respeto hacia el rol paterno.
¿Y la China Suárez? El viaje que reavivó rumores
Durante estos días de reencuentro familiar también hubo otro encuentro llamativo: el futbolista compartió un rato con Eugenia “la China” Suárez, quien se especula podría acompañarlo a Estambul. Según versiones cercanas al entorno de ambos, la actriz viajaría primero con Amancio y Magnolia, hijos que tuvo con Benjamín Vicuña, y luego se sumaría Rufina, fruto de su relación con Nicolás Cabré, con la condición de regresar una vez al mes a la Argentina.
Aunque desde el entorno de ambos intentan minimizar el vínculo, las versiones sobre una nueva etapa sentimental para Icardi no dejan de crecer. Mientras tanto, lo único confirmado es su inminente retorno al fútbol turco… pero con el corazón en Buenos Aires.
El cierre de una semana cargada de emociones
Con el permiso concedido y los días contados, Mauro Icardi se prepara para volar nuevamente a Turquía y reincorporarse al Galatasaray. Este regreso, sin embargo, estará marcado por un sabor agridulce: la alegría de volver a competir contrastará con la distancia que lo separará de sus hijas. En un contexto donde las disputas mediáticas muchas veces opacan lo esencial, Icardi eligió enfocarse en lo importante: ser padre, al menos por unos días más.
