Desde hace algunas semanas comenzó una suerte de operativo clamor para instalar el nombre de Máximo Kirchner como el principal nombre para la boleta que presentará Fuerza Patria en la elección del próximo 26 de octubre, en la que se elegirán representantes bonaerenses para el Congreso nacional.
Sin embargo, el nombre lejos está de reunir consenso y de representar una síntesis de la oferta que puede proponer el peronismo provincial. “Basta del apellido Kirchner al frente de una boleta”, es la frase más escuchada en boca de varios dirigentes del conurbano.
La ecuación es proporcional a las expectativas: creen que el alto nivel de rechazo que provoca internamente y en la sociedad limita la propuesta y el resultado de octubre. Es más: hay quienes analizan que impulsar una figura como la de Máximo es funcional a la campaña libertaria, cuyo lema es “kirchnerismo nunca más”.




Mientras este debate atraviesa las últimas horas, ya que el plazo para la presentación de candidaturas vence mañana sábado, dirigentes como la intendenta de Moreno, Mariel Fernández; sus pares Gustavo Menéndez, de Merlo, y Damián Selci, de Hurlingham; o el referente de Nuevo Encuentro Martín Sabbatella, salieron a mostrar sus preferencias en torno al hijo de la expresidenta. Y explicaron los motivos por los que debería encabezar la lista.
Estrategia: presionar para obtener lugares expectantes
En sectores del peronismo provincial hay un convencimiento, basado en conocer la historia en que La Cámpora negocia lugares en las listas: presionar hasta el final para llevarse lugares expectantes, es decir, entrables. Escrito de otro modo: que a último momento ese nombre sea corrido a cambio de otros casilleros en la boleta que garanticen al espacio conservar su poder de fuego.
Descartado Sergio Massa, líder del Frente Renovador que ya se bajó de una eventual candidatura, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, hará pesar su condición de principal realizador político y sostenedor de una gestión que se contrapone en todo a Milei.
Hay otros nombres que aparecen con bastante más consenso interno y que podrían representar una idea de renovación para el peronismo, que también tienen gestión para mostrar y una imagen por demás positiva en sus territorios. Son los intendentes Ariel Sujarchuk, de Escobar, y Federico Achaval, de Pilar, ambos además de zona norte, geográficamente con un electoral muy favorable al PRO en su momento y ahora amigable con La Libertad Avanza.


“Son dirigentes que ganan elecciones en sus distritos y tienen cosas muy innovadoras de Gobiernos locales para mostrar. Además, tienen poco que perder en una elección de medio término”, reflexionó un operador que conoce las entrañas del armado. ¿Habrá coraje para que el peronismo provincial muestre nombres nuevos en su operativo para frenar a Milei?
En las usinas del poder hay otra convicción: Fuerza Patria como estructura es mucho más competitiva en la elección provincial y municipal de septiembre, donde los intendentes juegan su poder territorial, que en octubre, donde se descarta que habrá un vencedor nítido según marcan las encuestas.