Politica

Los cambios en el Gabinete no aquietan la interna que suma luchadores al ring


En 1999, Cristian Gabriel Álvarez Congiú, Pity para los amigos, publicó con Viejas Locas el disco Especial, que incluyó entre sus grandes éxitos el himno “Todo sigue igual”. Veintiséis años después del lanzamiento de la obra maestra del varón del sur porteño, el gobierno de Javier Milei franquea el mismo estadío de perpetuidad. Lejos de asemejarse a la plenitud, apogeo y esplendor de aquel corte musical, el oficialismo arrastra incorrecciones que ya son más que un mero desacuerdo de opiniones entre compañeros de espacio. La extensión del conflicto, que ya transita el terreno personal, volvió imposible la convivencia en la mesa chica libertaria y no son pocos los que reconocen que su extensión podría ser causal de destrucción del apoyo popular que aún conserva el león.

La salida de Guillermo Francos de la Jefatura de Gabinete, un sinsentido político luego del avasallante triunfo electoral que logró consolidar La Libertad Avanza hace sólo dos domingos atrás, tuvo como principal y único objetivo el ordenamiento interno. La llegada de Manuel Adorni a la silla caliente que dejó el padrino político del presidente fue leída como un triunfo indiscutido de Karina Milei en la partida de TEG que comparte con Santiago Caputo. El vocero supo acomodarse como pocos bajo el ala de la hermanísima, quien le retribuyó su sacrificio de jugar como legislador en la Ciudad más pronto de lo que el propio ex periodista había imaginado alguna vez.

Ganarse el lugar, sin embargo, no siempre es bueno. Adorni tendrá la titánica tarea de mediar en una disputa que no le pertenece y a la que nunca tuvo voluntad de asistir. El carismático portavoz de Milei deberá moverse con precisión quirúrgica. No sólo para proteger la unidad de un gobierno que fuerza como pocos su convivencia. También para garantizar el ordenamiento que exigieron los aliados para brindar su apoyo a nivel legislativo.

El jueves pasado, con Francos todavía como coordinador ministerial, una veintena de gobernadores se reunieron en la Casa Rosada con el presidente. Al igual que lo habían hecho por separado en más de una ocasión, en el encuentro los caciques provinciales le exigieron a Milei la unificación de las mesas de atención. “Hay un doble y a veces triple comando, es imposible cerrar algo así”, graficaron desde el riñón del propio gobierno reconociendo la multiplataforma de gestiones. Los nombres de los interlocutores ya son conocidos. Martín y Lule Menem por un lado; Santiago Caputo y el eyectado jefe de gabinete por el otro. Todos dentro del mismo barco, pero en dos alas diametralmente opuestas.

Más consciente de lo que él mismo deja saber sobre la conflictividad interna, Milei buscó salir del laberinto por arriba y nombró a Diego Santilli como su flamante ministro del Interior. Con este movimiento, sin embargo, el presidente no hizo más que sumar un nuevo actor en la danza de negociadores. Este viernes, por caso, el Colo recibió en Balcarce 50 a Ignacio Torres (Chubut) y Raúl Jalil (Catamarca) en su primera largada como coordinador de la política nacional. Los encuentros funcionaron como un primer acercamiento entre las provincias aliadas y el todavía no designado funcionario -quien presentó su renuncia como diputado este viernes-, y se repetirán a lo largo de las próximas semanas con el resto. Este lunes, en tanto, será el turno de Martín Llaryora (Córdoba) y Marcelo Orrego (San Juan), y el miércoles el de Gustavo Sáenz (Salta).

Los encuentros entre el ex larretista y los gobernadores contaron con la participación estelar de Adorni, una decisión llamativa en una circunstancia donde las provincias exigen claridad. En diálogo con este diario, desde una de las provincias aliadas advirtieron que el nuevo esquema de trabajo no hace más que replicar la dinámica anterior pero con otros actores. “Me parece que acá están cambiando nombres pero mantienen las formas”, dijeron en consonancia desde otra gobernación días atrás a Tiempo. La disconformidad empieza a replicarse y, aunque decidan apostar por la pasividad, un importante sector del gobierno ya lo sabe.

Pese a los deseos presidenciales, la llegada de Santilli no logró calmar la puja de poder que existe entre el clan riojano y el asesor estrella. Según confiaron desde las entrañas de ambos equipos, ninguno de los dos barones cortó el diálogo con los gobernadores y hasta en uno de ellos admiten que los pedidos siguen llegando al teléfono del interlocutor no-oficial. Ambos campamentos tienen manifiesta voluntad de ser los orquestadores de las negociaciones con las provincias, un imposible que los llevó al presente que hoy habitan. El triunfo electoral le permitió al menemismo un empoderamiento esperable que buscarán utilizar a su favor en la segunda etapa de la gestión.

En contraposición, en su continuidad como asesor, Santiago Caputo le hizo saber a los suyos que se mantendrá al margen y con una postura colaborativa para con los recién llegados. Este viernes, sin embargo, el asesor recibió en su despacho al lobbista Barry Bennet, quien visita el país una vez por semana para avanzar con inversiones directas de empresas estadounidenses en provincias en las que el gurú libertario tiene buena llegada. El miembro de Tactic Global, la empresa dirigida por Leonardo Scaturicce, exigió en su última reunión una reconfiguración del sistema legal que sea seductor para que las mega compañías se sientan a gusto de invertir. ¿Es compatible la pasividad política que prometió Caputo con la concreción de negocios? Será cuestión de sentarse a esperar.

En medio del cambalache, el Colo, quien aprendió como nadie el noble arte del equilibrio, visitó este jueves al gurú libertario en su despacho, donde ambos compartieron un largo café y diagramaron los pormenores de una gestión ya presionada. Dos días antes el mecanismo se repitió en el ala opuesta de la Rosada, donde Lule Menem tiene su oficina con vista a la Plaza de Mayo. Santilli tiene como único objetivo ser gobernador de la Provincia de Buenos Aires en 2027. No permitirá que ninguna interna de poca monta se lo impida.

Sin embargo, el Colo no es el único con aspiraciones. Sebastián Pareja, presidente de La Libertad Avanza bonaerense, ingresará el próximo 10 de diciembre al Congreso, desde donde buscará apalancar el poder del armado territorial para hacer despegar su candidatura en la madre de todas las batallas. Sin embargo, no son pocos los dirigentes que comenzaron a ver con cariño al flamante ministro, quien en los próximos días tendrá la billetera y el poder.

Quiénes quedaron aferrados al esquema parejista afirman que él seguirá siendo el vínculo con la dirigencia libertaria en PBA. Sin embargo, el poder del ministerio del Interior que a partir de ahora tendrá Santilli es una herramienta infalible que tendrá el colorado para consolidarse no solo en su flamante puesto, sino además en su carrera por la gobernación. “¿Por qué un dirigente hablaría con Pareja si con Diego se asegura el presente y un lugar en el futuro?”, se preguntaban retóricos desde un importante despacho oficialista. «



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