El inicio del tratamiento del Presupuesto 2026 en la Cámara de Diputados, garantizado por la aglomeración de las bancas del oficialismo, el PRO, lo que queda de la Unión Cívica Radical, contó nuevamente con la ayuda de las manos mágicas de los gobernadores aliados. A diferencia de negociaciones anteriores, donde la deseada billetera de Luis Caputo se mantenía cerrada bajo siete llaves, esta vez Toto se mostró más laxo y aceptó poner la firma en la entrega discrecional de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que a lo largo de los últimos días se depositaron en las cuentas de las gobernaciones aliadas.
Con la llegada de Diego Santilli al Ministerio del Interior, las provincias dialoguistas que siempre se mantuvieron cerca de la Casa Rosada vieron una oportunidad única. El atolondrado desembarco en el gabinete del ex dirigente del PRO en reemplazo de Lisandro Catalán, quien siempre siguió a rajatabla las órdenes de Guillermo Francos, envalentonó a los mandatarios a exigirle al oficialismo respuestas concretas a sus demandas después de meses de incumplimientos y destratos.

Atento a esta circunstancia y con la conciencia de saber que su devenir como candidato en la Provincia de Buenos Aires está indefectiblemente condicionada a su buena performance como ministro, el Colo pidió como condición para hacerse cargo de la relación con las provincias la apertura -siempre controlada- de flujos que consoliden el apoyo irrestricto en el Congreso. Sus deseos fueron órdenes. En la veintena de reuniones con mandatarios que el ex larretista mantuvo desde su llegada a la gestión nacional, el funcionario hizo saber que el gobierno estaba dispuesto a apoyar las demandas económicas de los territorios.
Dos semanas atrás, Ignacio Torres (Chubut) y Claudio Vidal (Santa Cruz) firmaron un acuerdo con el ministro de Economía que garantiza la eliminación de retenciones al petróleo crudo convencional, eje central de la economía de las provincias petroleras. El camino continuó con Gustavo Sáenz (Salta) y Raúl Jalil (Catamarca), quienes rubricaron un convenio de exportación en planta que beneficiará a empresas de ambas provincias. Por su parte, Jorge Macri (CABA) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe) concretaron la emisión de bonos por USD 600 millones y USD 800 millones, respectivamente, y se espera que Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Torres puedan seguir el mismo camino en las próximas semanas.
Pese a que fue de los pocos en no fotografiarse con el colorado, el santafesino fue el más beneficiado en la última ronda de regalos. No sólo logró endeudarse, también se le concedieron traspasos de obras y otras habilitaciones insignificantes para Nación pero claves para la provincia que acaba de aprobar la reelección en su nueva reforma constitucional. La gestión provincial, además, se mostró abiertamente colaborativa con la puesta en marcha del nuevo llamado a licitación de la Hidrovía, concesión estratégica que el Ejecutivo apuesta por concretar en el primer trimestre del próximo año.

El detalle del ATN enviado por el Gobierno a las provincias
La lista de beneficiados es abultadamente extensa. Según pudo saber este diario, diciembre fue el mes récord de envío de ATN a las provincias, con un monto total supera los 65 mil millones de pesos. Ésta nueva tanda de envíos quintuplica el último monto devengado en octubre, que fue de poco más de 10 mil millones totales. Hasta el lunes, la provincia de Tucumán, comandada por Osvaldo Jaldo, recibió $ 20.000 millones; Hugo Passalacqua, de Misiones, $ 12.000 millones; Leandro Zdero, de Chaco, $ 11.000 millones; Catamarca recibió $10.500 millones, Entre Ríos $ 7.000 millones, mientras que Salta se quedó con otros $6.000 millones. Los diputados de todas las provincias acompañaron con sus votos para comenzar a tratar el Presupuesto 2026.
Si bien las discusiones por la ley de leyes parecerían estar saldadas, lo cierto es que el oficialismo abrirá toda una nueva etapa de discusiones con las provincias el próximo año, cuando la contienda electoral ya no forme parte de la agenda diaria y toda la atención del gobierno esté puesta en la construcción de la campaña a la reelección de Javier Milei en 2027. En tanto, es toda una incógnita cómo se devengará el presupuesto del Ministerio del Interior y si tendrá el mismo protagonismo en las negociaciones que en las últimas semanas.
Pese a todo, si el azar y la buenaventura así lo quieren, en el oficialismo se preparan para cerrar el año con éxitos parlamentarios que le permitan envalentonar aún más el discurso con el que el presidente logró consolidar su política de ajuste y motosierra. En el gobierno están confiados de que las fuerzas del cielo están de su lado. Restará esperar para saber cuál es la postura de las del suelo.


