El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibe este lunes en su mansión de Mar-a-Lago, en el estado de Florida, al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, con el objetivo de abordar la nueva fase del “plan de paz para” la Franja de Gaza.
Desde el pasado 10 de octubre rige un frágil alto el fuego en la Franja de Gaza, aunque en la práctica Israel continúa con el genocidio, que ya dejó más de 71 mil muertos y provocó una grave crisis humanitaria.
Tras la entrega de los rehenes prevista en la primera fase del plan de paz, la segunda etapa contempla, entre otros puntos, el desarme de Hamás y el despliegue de una fuerza internacional destinada a evitar nuevos enfrentamientos. Sin embargo, la milicia palestina dio señales de no estar dispuesta a entregar las armas.
Tensiones en la implementación
De todos modos, la segunda fase del plan no se activará hasta que se complete la devolución de todos los rehenes, tanto vivos como fallecidos. Según se informó, los restos de al menos una persona aún continúan en Gaza. Desde Hamás denuncian que las propias autoridades israelíes entorpecen de manera deliberada las tareas para recuperar los cuerpos.
Está previsto que los familiares del último rehén cuyos restos aún no fueron hallados acompañen a Netanyahu en este viaje. Antes del encuentro con Trump, el primer ministro israelí también mantendrá una reunión con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.
La cita de este lunes en Mar-a-Lago será la sexta entre Trump y Netanyahu desde el regreso del mandatario republicano a la Casa Blanca este año. En la agenda también se espera que figure Irán, así como las intenciones de Israel de retomar los bombardeos tras los ataques realizados a comienzos de año contra depósitos de misiles.
En las últimas horas, la lujosa residencia de Mar-a-Lago también fue escenario de un nuevo encuentro entre Trump y su par ucraniano, Volodimir Zelenski. Ambos destacaron que la paz en Ucrania “está más cerca que nunca”.
Una iniciativa sin respaldo internacional
Hasta el momento, ningún país se comprometió a participar de la Fuerza Internacional de Estabilización (ISF, por sus siglas en inglés) en la Franja de Gaza, según informó el diario Financial Times.
“Ningún país asumió todavía el compromiso de enviar tropas ni expresó la voluntad de desarmar por la fuerza a los grupos de milicias palestinos”, publicó el medio.
De acuerdo al periódico, funcionarios estadounidenses esperan que la implementación de la segunda fase del acuerdo de alto el fuego en Gaza comience en enero.
Esta etapa prevé la creación de una Junta de Paz, un comité ejecutivo, un comité tecnocrático palestino y una fuerza pacificadora multinacional —la ISF— con participación de países árabes y en coordinación con Egipto, Jordania e Israel. Su misión sería desplegarse en Gaza para entrenar a policías palestinos, asegurar las fronteras, impedir el ingreso de armas y garantizar el flujo seguro de ayuda humanitaria y bienes.
El cese de las hostilidades entre Israel y Hamás entró en vigencia tras la firma de la primera fase del acuerdo de paz impulsado por la administración de Donald Trump a fines de septiembre. El texto incluía el retorno de todos los rehenes israelíes, vivos y muertos, la retirada del Ejército israelí de la Franja de Gaza y el aumento del ingreso de ayuda humanitaria al territorio.
El 13 de octubre fueron liberados y repatriados a Israel los últimos 20 rehenes que permanecían con vida en manos de Hamás. En paralelo, Israel excarceló a 250 presos palestinos condenados a cadena perpetua y a más de 1.700 residentes de la Franja de Gaza detenidos tras el ataque del 7 de octubre de 2023.
Hamás debía devolver a Israel un total de 28 cuerpos de rehenes israelíes que se encontraban en su poder al momento de entrar en vigor el alto el fuego. La repatriación de los cadáveres se realizó de manera gradual y con obstáculos, lo que generó tensión con el Gobierno israelí. Sin embargo, ya solo resta uno.
Además de la liberación de rehenes y la retirada de las tropas israelíes de Gaza, el plan de paz contempla que Hamás y otras facciones renuncien a participar en el gobierno del enclave palestino.
GS con información de Sputnik y Europa Press


