Son personalidades reconocidas, competitivas y con historias de éxito. Luis Suárez, ídolo del fútbol mundial, y Damian Lillard, ícono del baloncesto estadounidense, viven etapas diferentes en sus respectivas disciplinas, pero siguen siendo determinantes. No obstante, al contrastar sus ingresos, la balanza se inclina notablemente hacia la NBA.
Luis Suárez, prestigio sudamericano en un mercado emergente
Desde que llegó a Inter Miami en 2024, Luis Suárez se sumó al proyecto encabezado por Lionel Messi con el objetivo de aportar jerarquía y experiencia al fútbol de Estados Unidos. Con 37 años, el atacante firmó un acuerdo estimado en 1.5 millones de dólares por temporada, sin contar primas por desempeño o tratos comerciales más modestos, según cifras de la MLS Players Association y Capology.
A pesar de que su influencia es incuestionable en el desarrollo del club y la liga, sus ingresos no se comparan con lo que simboliza realmente el panorama futbolístico. Suárez recibe un salario inferior al de muchos jugadores de segunda línea en Europa, y considerablemente inferior al de un jugador de alto rendimiento en la NBA.
Damian Lillard, millones desde el perímetro
En la esquina contraria se encuentra Damian Lillard, uno de los bases más determinantes de la NBA y jugador actual de los Milwaukee Bucks. En 2025, su acuerdo le asegura 45.6 millones de dólares anuales, conforme al superpacto que suscribió en Portland previo a su transferencia.
A esto se añaden ingresos comerciales provenientes de patrocinios con Adidas, Gatorade y Spalding, lo que incrementa su total anual a más de 60 millones de dólares, según información de Forbes.
Aunque el fútbol de la MLS continúa en desarrollo y atrae leyendas en la última fase de sus torneos, la NBA conserva un poder económico que permite a sus estrellas permanecer en la élite y, a su vez, formar una especie de negocio como tal. Suárez y Lillard simbolizan dos estilos, dos pasiones y dos caminos, aunque también dos realidades económicas totalmente diferentes.