La reciente celebración del cumpleaños número 18 de Lamine Yamal desató una inesperada polémica en redes sociales. Fotos, videos y comentarios sobre el festejo del futbolista del FC Barcelona se viralizaron rápidamente, provocando una ola de críticas que apuntaban al supuesto exceso de la fiesta y al rol público del joven como figura profesional. Pero no todos lo vieron igual.
En declaraciones a Europa Press, el padre del jugador, Mounir Nasraoui, salió al paso de los comentarios negativos y defendió con firmeza la actitud de su hijo: «Es un chico joven. La gente debería entender que es un chaval que acaba de cumplir 18 años y también tiene derecho a disfrutar un poco de la vida. También es un niño como cualquier otro”, expresó.
Para Nasraoui, lo importante es no perder de vista que, más allá de la fama, su hijo sigue siendo un adolescente con derecho a vivir su juventud con normalidad. «Todos entendemos que es un deportista profesional, lo que ustedes quieran, pero también tiene su edad, sus amigos, y a sus padres bien cuidados. Él está siendo un ejemplo para muchos niños. Y nada más”, agregó.
La polémica hacia Lamine Yamal sigue perdurando
Las declaraciones se producen luego de que distintos medios calificaran la fiesta como “excesiva” o “fuera de lugar” para un futbolista de élite. Pero la familia de Lamine lo ve desde otro ángulo, como una reacción desmedida que ignora el contexto personal del jugador.
«Se van a morir de envidia», habría dicho incluso el padre en otro momento, según recogió el periodista Enrique Amaro, en defensa de la vida privada de su hijo y la dimensión emocional del evento.
Lo cierto es que la fiesta terminó eclipsando otra noticia importante. Y es que el joven acaba de heredar el histórico dorsal número 10 del FC Barcelona, un símbolo de enorme peso para cualquier jugador que vista la camiseta blaugrana. Mientras tanto, las críticas hacia Lamine Yamal siguen vigentes y lo expresado por su padre terminó de condenar al joven futbolista.