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Especialistas promueven una ley de obesidad


Especialistas en medicina y legisladores brindarán detalles del proyecto de ley que ya fue presentado en el Senado nacional para declarar a la obesidad como enfermedad crónica. Ese será uno de los principales ejes temáticos del XXIII Congreso Argentino de Nutrición, el evento científico más importante de la especialidad, que se llevará a cabo en Buenos Aires del 3 al 5 de septiembre.

El objetivo de la iniciativa es que esa patología sea incorporada como enfermedad en todo el sistema de salud, incluyendo la realización de campañas de prevención y detección temprana y la cobertura de los tratamientos.

Aseguran que una política pública agresiva en materia preventiva impactará también en un sinnúmero de padecimientos sanitarios cuyo desarrollo está asociado o se inicia en el sobrepeso como la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, las alteraciones en los lípidos, la hipertensión arterial, las enfermedades coronarias, los infartos agudos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares (ACV), entre muchas otras.

En Argentina, más del 60% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad, con cifras preocupantes también en niños y adolescentes, que afectan a casi la mitad de la población infantil y juvenil

El proyecto fue presentado en noviembre de 2024 ante la Comisión de Salud del Senado, presidida por la senadora Lucía Corpacci (Frente Nacional y Popular) y contó con el respaldo legislativo de los senadores Carlos Arce y Sonia Rojas Decut (Frente Renovador de la Concordia Social). La presentación estuvo a cargo de los especialistas Mónica Katz, Alberto Cormillot y Jorge Harraca, integrantes de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN). Actualmente, se encuentra en estudio, pero todavía no adquirió estado parlamentario.

Prejuicios y discriminación, incluso en el ámbito médico

Hasta hoy, la obesidad no es reconocida claramente como enfermedad por el sistema de salud argentino. Esto significa que frecuentemente el acceso al diagnóstico y a las diferentes modalidades de tratamiento se vea entorpecido en su cobertura por parte de obras sociales, prepagas o del Estado. Además, al no ser considerada una enfermedad, las personas con obesidad suelen ser objeto de prejuicios y discriminación, incluso dentro del ámbito médico.

La legislación argentina cuenta con una norma previa —la Ley 26.396, sancionada en 2008— que declara de interés nacional la prevención de los trastornos alimentarios. Sin embargo, esta ley encuadra la obesidad como un trastorno alimentario y no como una enfermedad metabólica.

En consecuencia, no garantiza la cobertura médica integral de las personas con obesidad. Por eso, el nuevo proyecto busca cubrir ese vacío normativo, en línea con las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reconoce desde hace años a la obesidad como una enfermedad crónica no transmisible.

Proyecto sobre obesidad
El proyecto busca cubrir ese vacío normativo, en línea con las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS)

La ley vigente tiene un enfoque centrado en los trastornos alimentarios de origen psiquiátrico. La obesidad, en cambio, requiere un enfoque biomédico y social mucho más amplio. Hoy, en términos legales, no existe”, afirmó Mónica Katz, médica especialista en nutrición, presidenta del Congreso y una de las impulsoras de la iniciativa.

“El proyecto debe transformarse en ley, porque necesitamos de una herramienta que nos permita establecer políticas públicas basadas en evidencia y no en creencias o ideologías. Además, debe ser independiente de los cambios políticos, porque la obesidad no espera y los pacientes tampoco”, insistió.

Los principales aspectos del proyecto

La iniciativa cuenta, según sus autores, con cuatro ejes temáticos centrales. Son:

1-Reconocimiento legal de la obesidad como enfermedad crónica, metabólica e inflamatoria, lo que permitiría su inclusión en el Programa Médico Obligatorio (PMO), garantizando el acceso a tratamientos, medicamentos y cirugía bariátrica.

2-Educación y prevención: actualización de contenidos escolares y universitarios para promover estilos de vida saludables; campañas masivas de concientización y lucha contra el estigma; creación de entornos comunitarios que favorezcan la actividad física y el acceso a alimentos saludables.

3-Acceso universal al diagnóstico y el tratamiento: atención multidisciplinaria con equipos de salud, cobertura de fármacos, intervenciones quirúrgicas y terapias integrales, con una actualización constante basada en evidencia científica.

4-Creación del Observatorio Argentino de la Obesidad, integrado por especialistas ad honorem que analizarán datos poblacionales, evaluarán políticas públicas y asesorarán en la formulación de estrategias sanitarias sostenibles.

Uno de los argumentos centrales del proyecto es la necesidad de desarmar el discurso culpabilizador que pesa sobre las personas con obesidad. Cuando una condición médica no es reconocida como enfermedad, sus consecuencias recaen exclusivamente en quien la presenta, lo cual incrementa el aislamiento social y emocional.

Proyecto sobre obesidad
«Necesitamos de una herramienta que nos permita establecer políticas públicas basadas en evidencia y no en creencias o ideologías», afirman los especialistas

“La obesidad abdominal, el sobrepeso, el consumo excesivo de sal y una alimentación desequilibrada son factores que inciden directamente en la calidad y en la esperanza de vida. De los diez elementos principales que condicionan cuánto y cómo vivimos, al menos cuatro están directamente relacionados con la alimentación. Y, sin embargo, seguimos sin tratar esto como un problema estructural”, completó Katz.

Desde la SAN insisten en la importancia de visibilizar la necesidad de considerar esta patología desde una perspectiva integral. “El estigma impide que muchas personas busquen ayuda. Cuando se reconoce que estamos ante una enfermedad, cambia el paradigma: se pasa de responsabilizar al paciente a responsabilizar al sistema”, subrayó Harraca.

Además de los argumentos éticos y médicos, los impulsores del proyecto remarcan el “enorme costo económico” que implica no tratar la obesidad. En Argentina, se estima que las enfermedades crónicas vinculadas al exceso de peso (diabetes tipo 2, hipertensión, dislipemias, apnea del sueño y enfermedades cardiovasculares, entre otras) representan hasta un 2% del Producto Bruto Interno en gastos sanitarios directos e indirectos.

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