Mientras continúa el genocidio en Gaza, donde ya murieron 64.718 personas, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, firmó este jueves un plan de asentamientos en Cisjordania que prevé la construcción de más de 3.000 viviendas y que, en consecuencia, partiría al enclave palestino en dos, separándolo de Jerusalén Este.
“Dijimos que no habría un Estado palestino y, de hecho, no lo habrá. Este lugar nos pertenece”, declaró durante un acto en el asentamiento de Maale Adumim, tras estampar su rúbrica junto a la del ministro de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, en el acuerdo del llamado E1.
El vocero de la Presidencia palestina, Nabil Abú Rudeina, sostuvo que Palestina como Estado, con Jerusalén Este como capital, “es inevitable, de acuerdo con la solución de dos Estados y las resoluciones de legitimidad internacional”, y remarcó que su establecimiento “es clave para la paz y la estabilidad de la región, ya que no puede haber paz ni seguridad sin él”.
En respuesta a Netanyahu, Abú Rudeina señaló que “el Estado palestino existe con el reconocimiento mundial”, ya que más de 140 países miembros de Naciones Unidas lo reconocen como tal. “El reconocimiento internacional continúa”, agregó en declaraciones recogidas por la agencia de noticias WAFA.
Asimismo, rechazó “toda actividad de asentamiento”, que es “condenada e ilegal según el Derecho Internacional, en particular la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU”. También advirtió que Netanyahu y su gobierno extremista “están llevando a toda la región al abismo” y que no están “interesados en la paz”.
Por su parte, el vicepresidente palestino, Husein al Seij, afirmó que “el Estado palestino surgirá, le guste o no a la gente, lo acepte o no”: “Ni el E1 ni ninguna otra medida de ocupación impedirá que el pueblo palestino alcance sus legítimos objetivos nacionales”. A la vez, agregó que “la configuración de la realidad mediante la fuerza y el poder de la militarización no cambiará el inevitable curso histórico”.
El plan había recibido en agosto la aprobación final del Ministerio de Defensa. Se trata de un polémico proyecto urbanístico que abarca unos doce kilómetros cuadrados —conocido como zona E1— y conecta Jerusalén Este con el asentamiento de Maale Adumim. La intención es duplicar su población con hasta 35.000 nuevos residentes en los próximos años.
Su construcción dividiría Cisjordania en dos, una al norte y otra al sur, haciendo prácticamente imposible la creación de un Estado palestino con continuidad territorial, tal como el propio Smotrich celebró la semana pasada cuando presentó el plan, que ahora fue aprobado por un comité dependiente del Ministerio de Defensa.
Homenaje a Trump
El férreo respaldo de Donald Trump a Israel en general y a la ofensiva en Gaza en particular se reflejó en un gesto de agradecimiento de Netanyahu, quien este jueves inauguró un paseo costero que llevará el nombre del expresidente de Estados Unidos.
הנחתי בבת ים אבן פינה לטיילת החדשה שתישא את שמו של נשיא ארה״ב דונלד טראמפ, החבר הטוב ביותר שהיה לישראל אי פעם בבית הלבן.
טראמפ הכיר בירושלים כבירת ישראל, העביר את השגרירות האמריקנית אליה, הכיר בריבונות שלנו ברמת הגולן, פרש מהסכם הגרעין הקטסטרופלי עם איראן, חיזק אותנו במאבק באיום… pic.twitter.com/xBrbdJk5al
— Benjamin Netanyahu – בנימין נתניהו (@netanyahu) September 12, 2025
“Estamos honrando al mejor amigo que Israel tuvo nunca en la Casa Blanca”, dijo el primer ministro en la ciudad ubicada sobre la costa mediterránea, justo al sur de Tel Aviv, donde estuvo acompañado por el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee.
“El presidente Trump me habló varias veces de propiedades frente al mar. Me dijo que acá tenemos activos costeros maravillosos. Habló de un lugar un poco al sur de acá: Gaza. Dijo que debería convertirse en un lugar de paz, prosperidad y buena vida”, relató Netanyahu.
GS con información de Europa Press