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Los motores del triunfo de Milei y los dilemas que enfrenta el peronismo


El peronismo del futuro será posible cuando alguien reconcilie a la provincia de Buenos Aires con otro polo productivo por excelencia: la orgullosa Córdoba. El distrito mediterráneo que se autopercibe cabecera de la Región Centro, una suerte de primus inter pares. La reflexión se repite entre los gurúes que debaten sobre el laborismo made in Argentina; sobre sus encrucijadas y su devenir. El consultor cordobés Federico Zapata es una voz representativa de esas discusiones.

Director de la consultora Escenarios, Zapata leyó el resultado del 26 de octubre como una muestra de que un número importante de argentinos sigue a la búsqueda de una nueva alternativa política: una propuesta que combine una “sólida resolución de los problemas de la microeconomía en el ámbito del trabajo, el consumo, la producción y la inversión” pero que al mismo tiempo preserve “la reducción de la inflación”.

Coeditor de la revista digital Panamá, escribió un libro sobre las particularidades del peronismo a la cordobesa, eso que se fue convirtiendo en el cordobesismo. Lo tituló Los muchachos cordobeses (editó Clave Intelectual): dos de sus protagonistas -uno fallecido- aparecen en la foto de portada. Son José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti.

En esta entrevista con Tiempo, Zapata analizó el panorama abierto por las recientes legislativas, en las que Córdoba aportó una de las sorpresas.

Los motores del triunfo de Milei y los dilemas que enfrenta el peronismo

En principio, contó una variación del humor social que fue detectando en los estudios cualitativos (“focus group”) a medida que se acercaban las elecciones. Si en un primer momento predominaba “el deseo de castigar al gobierno” por las dificultades económicas cotidianas, en las últimas tres semanas notó que comenzaba a crecer la preocupación por los hipotéticos efectos de un triunfo opositor, particularmente en manos del peronismo kirchnerista.

“Empezó a aparecer la percepción de que un triunfo de la oposición kirchnerista podría empeorar aún más esa situación microeconómica que tanto les molestaba. Eso lo vimos muy fuertemente en las tres semanas previas a la elección y era muy fuerte en el Interior. Para ser sintético, el miedo a que el lunes 26 de octubre volara todo por los aires fue, efectivamente, uno de los drivers (factor que influye en opiniones y comportamientos, NdR) principales de la elección”, planteó.

Sobre esa preocupación de los votantes, dijo que surgía “nítidamente” en los estudios cualitativos realizados en la Región Centro. “Nos aparecía claramente. También hicimos algo en Patagonia y nos aparecía ahí. En el AMBA, en cambio, se veía más suave que en el resto del país. De todas formas, por la forma en que aparecía en la conversación nosotros pensamos: acá está pasando algo. Era algo que electoralmente podía reflejarse a favor del gobierno, como al final sucedió”, repasó.

En su análisis, la inflación a la baja, el freno a las alzas constantes de precios (incluso sin entrar en el debate sobre la sustentabilidad del descenso), fue una de las claves del resultado. “Hubo un cierto reconocimiento a lo que fue leído como el comienzo de la resolución del orden macroeconómico. Sobre todo con la baja de la inflación. Es un tema que pega mucho en sectores populares o sectores informales”, subrayó.

Y amplió: “El año pasado hicimos estudios cualitativos en sectores populares, de clase media-baja, clase baja y sectores que no están vinculados a mercados laborales formalizados. En esos grupos la valoración sobre la baja de la inflación era particularmente relevante: recuerde que son sectores que no tienen formas (colectivas) de negociar una paritaria de precios.”

Los motores del triunfo de Milei y los dilemas que enfrenta el peronismo

Con relación a la PBA, contrastó lo ocurrido el 7 de septiembre con el desenlace del 26 de octubre. “Lo que vimos en septiembre fue una elección de cercanía, en la que se puso en valor positivamente el rol de los intendentes, con su gestión de los territorios. También quedó en evidencia una valoración positiva sobre (Axel) Kicillof, por una cualidad, digamos, poco común en la dirigencia política actual, que es la honestidad. Quizá sea para decir ‘bueno, qué poquito’, pero para la sociedad es un montón”, sostuvo.

En el caso de octubre, siguió, la convocatoria a las urnas “pasó a estar regida por la discusión nacional y, por lo tanto, por la cuestión del ordenamiento macroeconómico”. 

“Ahí incidió la posibilidad de que una derrota del oficialismo generara un mayor desorden macroeconómico”, completó Zapata, para quien la sociedad argentina aún atraviesa un “descreimiento general” tras los fracasos económicos de las gestiones de Mauricio Macri y Alberto Fernández. “Sigue habiendo una cierta ruptura emocional con la política”, añadió.

Finalmente, respondió sobre una de las cuestiones que más lo ocupan: las discusiones, reagrupamientos, reconciliaciones o rupturas que puede vivir el panperonismo en los meses por venir. Consultado por Kicillof, lo definió como “uno de los emergentes nacionales de lo que se podría llamar postkirchnerismo y con asiento en la provincia más populosa”.

“Kicillof, justamente, tiene que resolver una forma de poder salir de la Provincia (de Buenos Aires), porque solo con la Provincia no le va a alcanzar. Probablemente, un formato de inserción nacional visto como el de octubre, más frentetodista, le dificultará la nacionalización. Va a tener que encontrar alguna diagonal de nacionalización de su proyecto. Y eso, necesariamente, implicará alguna innovación programática: la parte de la iniciación de las nuevas canciones que todavía no logra plasmar”, analizó.

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Sobre su provincia natal, consideró poco factible una negociación entre el gobernador Martín Llaryora y la dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Así casi que descartó un acercamiento a los fines de gestar un nuevo polo peronista o incluso una potencial fórmula presidencial. “El peronismo de Córdoba no tiene ninguna forma de búsqueda de acuerdo con el núcleo central del liderazgo del kirchnerismo porque eso implicaría un movimiento muy antipático para la sociedad cordobesa. Nadie va a hacer semejante movimiento. Son cosas que se instalan alejadas de la discusión real”, aseguró.

En cuanto a los próximos pasos de Natalia de la Sota, dijo que “hizo una elección que la deja como un actor relevante en la discusión del peronismo de Córdoba”. “El peronismo cordobés siempre reconoce los liderazgos que dialogan con la sociedad. Natalia no hizo una súper elección pero sí una elección relevante y ha demostrado carácter. Creo que el peronismo de Córdoba va a intentar contenerla y que ella va a intentar hacer lo mismo”, evaluó.

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