A un mes del recambio legislativo, el peronismo sabe que se vienen cuatro pujas en paralelo: hacia afuera y hacia adentro. Con el Congreso en fase de transición, la principal fuerza opositora buscará plantarse ante las reformas estructurales que desea el gobierno. En simultáneo responderá a lo que define como una ofensiva judicial y mediática que pretende aislarlo, valiéndose de la Causa de los Cuadernos. Esas batallas, que ya arrancaron, coincidirán incómodamente con dos debates dentro de las propias filas. Son la gobernabilidad económica de la provincia de Buenos Aires y la futura conducción del PJ bonaerense.
Focalizadas en el territorio más poblada del país, las discusiones internas empiezan a perfilarse, a ganar espesor. Además están urgidas por cuestiones administrativas y legales ligadas al calendario. El combo que debe asumir el conglomerado justicialista se completa con otros factores que le añaden complejidad. En primer lugar, la convicción de que Javier Milei y los poderes que lo esponsorean aquí y allá intentarán contribuir a una fractura del peronismo; una divisoria de aguas que conspire contra el armado de una propuesta electoral competitiva que en 2027 represente a la oposición.
Hay otro factor es irremediable, aunque se busque demorarlo o administrar los tiempos. Aquellos que pretenden desafiar a Milei en la elección presidencial necesitan empezar a posicionarse; explicitarlo públicamente, recorrer el país, comunicar ideas. Lo dice una canción y lo sabe toda la política: el tiempo es veloz. Axel Kicillof ya emitió señales en ese sentido. Ciertas miradas reservan un rol similar para el santiagueño Gerardo Zamora, hasta ahora en un segundo plano. Algún candidato triunfante en la última legislativa (no fueron muchos) podría sumarse al lote de presidenciables para aportar la sorpresa.
Quien no tendrá posibilidad de competir es la dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Condenada y proscripta a perpetuidad, CFK está nuevamente en la tapa de Clarín por la llamada Causa de los cuadernos. El juicio que involucra a empresarios ligados a la obra pública es leído en sectores del peronismo como mensaje distractivo para la sociedad y una advertencia a la dirigencia. Oscar Parrilli, senador saliente por Neuquén y presidente del Instituto Patria, lo definió en diálogo con Tiempo como “un plan de extorsión a la clase política”.
“Este es un presente y un futuro con muchas acechanzas y peligros. Grupos financieros internacionales y grupos ligados a las empresas públicas privatizadas, como también bancos y financieras, quieren participar de las privatizaciones con una voracidad y una agresividad muy fuertes. Se quieren apropiar de los recursos de Argentina. El ataque a Cristina, inventándole más causas, es funcional a eso. Y para eso cuentan con una justicia absolutamente adicta”, sostuvo Parrilli. Y sobre Vialidad y Cuadernos, remarcó: “Aunque no haya ninguna prueba ya tienen la sentencia escrita. Pero vamos a trabajar para que en el año 2027 el fallo (por Vialidad) esté anulado. Es un fallo arbitrario.”
Desde el Instituto Patria vaticinan que la campaña internacional ‘Cristina libre’ seguirá muy activa en los próximos meses “con más intensidad que nunca”. En las últimas semanas hubo presentaciones sobre el encarcelamiento y la proscripción de CFK en Brasil, Paraguay y, más recientemente, en un encuentro de Colombia Humana, el partido de Gustavo Petro. Sobre Vialidad y los Cuadernos, en el Patria recuerdan testimonios como el de Gerardo Ferreyra -quien relató públicamente que el fiscal Carlos Stornelli le dijo que si quería salir en libertad debía incriminar “a los mugrientos” (por CFK y Néstor Kirchner) pero se negó y fue preso- como también críticas de juristas especializados en Derecho Penal y Administrativo.
En las dos causas, efectivamente, hubo expertos que cuestionaron la legalidad y validez de los procedimientos. Los más conocidos fueron: Rodolfo Barra, exprocurador del Tesoro del actual gobierno, quien había planteado en un dictamen que la Presidencia no tiene responsabilidad en posibles hechos delictivos por la realización de obras viales, y Mariano Cúneo Libarona, todavía ministro de Justicia. Cúneo opinó sobre Vialidad pero también sobre Cuadernos. Fue defensor de, nada menos, Eduardo Eurnekian, Sergio Taselli y Alejandro Ivanissevich.
Al hablar de Taselli y de la actuación del fiscal, Cúneo llegó a decir: “Me preocupa que esto tenga que ser así: tenés que arrepentirte, confesar algo e involucrar gente. Si decís que sos inocente quedás preso”. Otra voz crítica que mencionan los allegados a CFK es la del penalista Javier Baños, en este caso a la sentencia de Vialidad. “El fallo tiene un montón de irregularidades, serias arbitrariedades”, dijo el letrado en una entrevista concedida al canal TN meses atrás. En esa ocasión enumeró una serie de principios y garantías jurídicas que, en su opinión, no habían sido respetados. En este escenario, con lo judicial otra vez en agenda, el peronismo dedicará las próximas semanas a definir temas claves que están pendientes: las leyes económicas solicitadas por la gobernación bonaerense y la jefatura del PJ bonaerense. Luego, ya en pleno verano, comenzarán a verse los posicionamientos en pos de la fórmula presidencial.


