En plena conferencia de prensa y con su habitual serenidad, Pep Guardiola fue consultado sobre uno de los debates más repetidos del fútbol moderno: si es o no el mejor entrenador de todos los tiempos. La pregunta, que podría haber incomodado a cualquiera, generó una reacción inesperada y viral por parte del técnico del Manchester City.
La reacción que dio la vuelta al mundo
Con una sonrisa, Guardiola soltó una frase que desató las risas de los presentes: “Tienen toda la razón”, dijo entre carcajadas al escuchar que muchos lo consideran el número uno. Lejos de tomárselo en serio, el DT español aclaró enseguida: “Cada era es diferente, creo que la influencia de muchos entrenadores ha estado presente a lo largo de la historia”.
Aunque no quiso ponerse por encima de nadie, Pep tampoco se restó mérito: “Por supuesto puedo decir que he sido parte de eso; los números lo demuestran, he tenido éxito y ha sido agradable ver a nuestros equipos. Así que sí, estoy ahí”, reconoció, dejando claro que su trayectoria habla por sí sola.
Su filosofía y una reflexión que define su carrera
El propio Guardiola repasó cómo empezó todo y aseguró que nunca se propuso ser el mejor: “Cuando empecé jamás lo hubiera imaginado. Recuerdo mi primer partido aquí. Jamás quise ser el mejor, mis padres no me inculcaron eso. La competitividad sí, pero el morir por querer ser el mejor, no”, expresó con humildad.
Para el técnico catalán, su éxito tiene más que ver con la constancia y la autocrítica que con la obsesión por la perfección. “Me siento bien conmigo mismo, con mis derrotas, aceptando cuando no soy bueno”, agregó.
El partido 1000 y su legado en el fútbol mundial
El encuentro ante el Liverpool será muy especial para Guardiola: marcará su partido número 1000 como entrenador profesional. Una cifra que refleja una carrera llena de títulos, desafíos y reinvenciones, desde sus días en el Barcelona hasta su consagración con el Manchester City.
A horas de ese duelo clave, su reflexión volvió a demostrar que, más allá de los trofeos, Pep sigue priorizando la mentalidad, el aprendizaje y el respeto por el juego que lo llevaron a la élite.
