“Con la unidad no alcanza”, dispara Andrés “Cuervo” Larroque y resume así la crisis profunda que atraviesa el peronismo bonaerense que no logra salir de su propio laberinto. El ministro de Desarrollo de la Comunidad recibe a Tiempo en su despacho de La Plata y habla de gestión y de política: de la ayuda a los 38 distritos del norte bonaerense castigados por el temporal, de los reclamos de asistencia a Nación, pero también del tiempo electoral que vive el país y la provincia.
Asegura que el peronismo necesita una “refundación”, que va mucho más allá de poder armar una lista. Reivindica el rol del gobernador Axel Kicillof como el emergente más preparado para enfrentar a Javier Milei en 2027 y pide apoyarlo. Dice “no entender” una eventual candidatura de Cristina Fernández de Kirchner por la tercera sección electoral y, pide armar un frente nacional como el que Néstor Kirchner supo construir en 2003.
–¿Cuál es la lectura que hacen de las elecciones de CABA y de la baja participación? ¿Les preocupa que pase lo mismo en Provincia?
–Creo que primero hay que hacer un diagnóstico de qué es lo que está ocurriendo o a qué remite esa baja participación. Hay que analizar las tres últimas elecciones presidenciales. La de Mauricio Macri podría calificarla como estafa porque llegó al gobierno diciendo que iba a dejar lo bueno y que iba a corregir lo malo, y todos sabemos lo que ocurrió. Después llegó el Frente de Todos y las respuestas no estuvieron a la altura de las circunstancias, con lo cual calificaría a esa etapa como desilusión. Y hoy creo que estamos de nuevo transitando una nueva mega estafa con Milei que llegó planteando en ajustar a las castas y ese concepto fue reemplazado por los jubilados, los trabajadores, los sectores humildes. Algunos se pueden quedar con el espejismo del triunfo de (Manuel) Adorni, pero me parece que detrás de ese resultado, que yo lo definiría ya casi más como una interna entre Milei y Macri, hay un realineamiento. Te diría que Milei perdió votos en términos cuantitativos respecto al balotaje en la Ciudad de Buenos Aires, pero se fortaleció en los bastiones históricos del macrismo, con lo cual ahí estamos viendo una especie de mudanza de lo que podría ser el liderazgo de esa fuerza política tan permanente en Argentina que es el antiperonismo, que va cambiando, mutando de denominación. Va tomando distinto ropaje, distintos formatos pero que hoy está en disputa y me parece que Milei se está fagocitando al macrismo. Por lo menos la elección del otro día lo pone en ese lugar.

–¿Ese escenario es trasladable a la provincia?
–Me parece que son universos distintos. La provincia es casi un país y es difícil prever cómo se va a comportar el electorado en las elecciones que vienen. Sí vamos a un hecho novedoso, que es una elección desdoblada. Veremos en qué clima, en qué situación, pero sí para nosotros hay dos cuestiones que son preponderantes: construir una alternativa a Milei y recuperar un gobierno justicialista para el pueblo en 2027. En el medio hay una elección intermedia y hay que hacerlo desde la consolidación y el fortalecimiento y la defensa de la gestión de la provincia de Buenos Aires y de su gobernador, que me parece que es naturalmente el emergente político que en mejor perspectiva se encuentra para terminar con la pesadilla de Milei.
–¿Cómo está hoy la negociación en Unión por la Patria? Todos los sectores hablan de ir en unidad pero eso no se ve en la práctica.
–Acá no necesitamos una negociación. Necesitamos algo mucho más profundo que es la refundación del peronismo. El peronismo está en una de las mayores crisis de su historia. No quiero comparar porque nos ha tocado atravesar momentos dramáticos, pero sí, claramente, si un sector de la ciudadanía estuvo dispuesto a votar a un personaje tan extravagante como el presidente Milei que hizo campaña de una motosierra en la mano, creo que tenemos que analizar y revisar qué es lo que pasó. Tenemos que revisar qué pasó, cómo estamos funcionando, qué le estamos diciendo a la sociedad, cuál es la metodología de ordenamiento, cuál es el funcionamiento de nuestra fuerza política. Axel ya lo planteó: hay algo que no se le perdona al peronismo, que es la falta de autoridad y de eficacia a la hora de ejercer el poder. Creo que eso lo perdimos y, naturalmente, la sociedad nos castigó. En la medida que nosotros podamos volver a esperanzar al conjunto de nuestra sociedad respecto no sólo a las cuestiones históricamente programáticas de nuestro movimiento, sino que mostremos que hay una fuerza política ordenada vamos a poder decir que recuperamos la confianza. Hoy esa situación yo la veo bastante en suspenso, te diría.

–¿Esa refundación tiene que venir de la mano de un nuevo liderazgo que tiene que ser el de Kicillof?
–Sí, es mucho más amplio que una cuestión de personalismos. Sí hay algo en Axel que me parece permea y da una idea u oxigena, por llamarlo de alguna manera, la actividad política por sus propias características. En esta crisis de representación que hay, lo que la gente está pidiendo es coherencia, racionalidad, honestidad, simpleza. Me parece que, como el voto es un hecho mucho más emocional que racional, lo que busca la ciudadanía es poder creer en alguien. Podés tener programas, podés tener funcionamiento, metodología, reglas dentro de la fuerza política, pero finalmente todo eso decanta en una persona, un compañero o compañera que resulte creíble a la ciudadanía. Y me parece que, en ese sentido, sí Axel tiene esas aptitudes.
–Hace tiempo que marcás que no hay un acompañamiento a la gestión de Kicillof de parte de otros sectores de UxP, como La Cámpora.
–Hay una situación de obstrucción, de palos en la rueda, de conspiración permanente, la verdad que es insufrible. Pero bueno, tampoco vamos a llorar, vamos para adelante.
–Y en este escenario, ¿se puede pensar en una lista de unidad?
–Con la unidad no alcanza, me parece. Primero, en el escenario de Capital se logró una unidad importante, pero la unidad no tiene poderes mágicos. Una cosa es unidad con un programa claro, con reglas de juego, con un respaldo y otra cosa es amontonamiento, y la gente se cansó de los amontonamientos. Me parece que cuando ven que de repente se yuxtaponen nombres y se hacen ecuaciones y alquimias… Sin ir más lejos, la propia experiencia del gobierno de Alberto Fernández con un gabinete loteado no funcionó. Tiene que haber un orden y tenemos que tener claro qué es lo que queremos hacer. Entonces me parece que necesitamos mucho más que poder conformar una lista. La crisis es demasiado profunda como para pretender que se resuelve anotando nombres en un papel, y creo que esa es la discusión que tenemos que dar y la verdad que lo único que escuchamos es gente que en off o por trascendidos está hablando todo el tiempo de porcentajes de reparto de cargos. ¿A quién le importa eso? Me parece que lo central es que volvamos a recuperar la confianza de nuestra ciudadanía explicándole qué país queremos, cuestiones de fondo. Y por supuesto eso después necesita como consecuencia un andamiaje político-electoral, pero si ponemos el diseño electoral por delante de la política nos vamos a equivocar de nuevo.
–Quedan dos meses para el cierre de listas…
–Es un montón. Es un montón.
–Todo puede pasar…
–Si me decís dos horas también es mucho (risas).
–¿Qué implicaría para el peronismo que el PRO y La Libertad Avanza vayan juntos en la Provincia?
-Creo que Milei se está fagocitando al PRO, al macrismo. Macri absorbió a la UCR en gran medida y lo que hizo hoy lo está padeciendo respecto de lo que es el avance de Milei sobre su fuerza política. Me parece que es un proceso imposible de detener.
–¿Pero un acuerdo no lo hace más difícil para el peronismo?
–Nosotros siempre observamos ese escenario, hablamos de Milei desde el primer minuto y entendemos que la confrontación es con lo que expresa él. No creemos que vaya a cambiar mucho en el sentido de que siempre estuvimos preparados para lo peor.
–El 31 de mayo es el plenario de Derecho al Futuro. ¿Es el lanzamiento del espacio?
–Es una convocatoria a participar porque va a ser un plenario con comisiones, con exposiciones, y por supuesto con el cierre de Axel. Justamente lo que se busca es que miles de compañeros y compañeras, de voluntades que se han despertado en la provincia y encuentran en la figura de Axel un punto de referencia, se puedan constituir como un espacio, como una inteligencia común y aportar una voz robustecida por esos miles que militan todos los días a lo largo y a lo ancho de la provincia.
–Este domingo se cumplen 22 años de la asunción de Néstor Kirchner. ¿Cómo vería él esta situación que atraviesa hoy el peronismo?
–No, me excede, no puedo decir eso. Sí lo que puedo decir es que si nosotros nos tenemos que proponer una tarea es volver a juntar lo que Néstor había reunido. Parece que en un momento de crisis muy profunda de la política y del peronismo él logró reconstruir un frente nacional que, por supuesto, tenía contradicciones, como es lógico, como ha sido siempre en la historia del peronismo y en toda política de cada vez más movimientista y frentista. Y creo que nosotros tenemos que animarnos a ese desafío, no tenemos que tener temor y tenemos que saber que la política de secta no nos lleva a ningún lado.
–¿Qué falta para que Cristina y Axel se sienten en una mesa a charlar?
–No pasa por charlas, negociaciones, ni por fotos. Repito: ni una lista, ni una foto, ni una charla. Me parece que lo que necesitamos es poder caracterizar qué es lo que pasó en la Argentina y cómo vamos a salir de esta situación. Lo que seguro no nos va a sacar o no va a resolver los problemas que hoy tenemos es perder la esperanza. Naturalmente, la sociedad y el pueblo en general necesita tener una perspectiva de futuro y eso no lo vamos a poder resolver mirando hacia atrás. Si estamos justamente desde un mismo espíritu histórico, del movimiento nacional, del peronismo en particular en nuestro caso, entendiendo que tenemos que volver a comenzar una nueva etapa de reconstrucción del movimiento nacional del peronismo como le tocó a Néstor en el 2003.
–¿Qué pensás de una candidatura de CFK a la Legislatura bonaerense?
–El problema que tenemos excede una candidatura. Tenemos que sentarnos a discutir de verdad cómo resolvemos esta encrucijada de nuestro país. Más allá de eso, a estas candidaturas que mencionás la verdad es que me cuesta entenderlas. En mi caso particular, junto a muchos compañeros y compañeras bregamos porque Cristina fuera candidata hace dos años y fuimos debajo de la lluvia justamente a la espera de que anunciara su candidatura a presidenta. No se dio. En todo ese proceso inclusive fuimos muy combatidos por sectores internos que cuestionaban nuestro planteo y son esos mismos los que hoy motorizan una candidatura a diputada provincial en una sección de la provincia. No lo entiendo, verdaderamente. No lo comprendo. Si, por supuesto, me parece que hoy hay una figura que es el emergente, que es Axel, todos tenemos que apuntalarlo, apoyarlo. Cristina también. Cristina fundamentalmente, como siempre lo ha hecho. Eso me parece imprescindible y necesario y me preocupa sí que a ciertos sectores de nuestro espacio político les preocupe más la consolidación de Axel que el desastre que está llevando adelante Milei. «
«Esperamos contar con Nación»
-A una semana de la inundación en el norte bonaerense, ¿cuál es la situación ahora?
–Las lluvias afectaron a 38 distritos, 23 del interior y 15 del conurbano. Al día de hoy Salto y Arrecifes son los lugares donde más tardó en bajar el agua. Junto a Zárate y Campana fueron los lugares más afectados. Nosotros venimos asistiendo con lo más urgente hoy: estamos ya prácticamente en los 25.000 colchones y frazadas entregados, 160 mil kilos de alimentos, kits de limpieza, bidones de agua, camperas, zapatillas. Todo esto multiplicado por miles obviamente porque son muchos los afectados, estamos hablando de unos 30.000 afectados aproximadamente. El clima mejoró esta semana y nos permitió empezar con los relevamientos, que es la parte más compleja porque obviamente bajó el agua, la gente puede volver a su hogar, pero se encuentra con lo que se encuentra, y en función de eso es la primera etapa de asistencia. Después viene la reconstrucción.
–Kicillof le pidió a Nación que habilite el fondo para catástrofes. ¿Cuál fue la respuesta?
–Hemos transmitido un pedido a Nación y esperamos contar con su respaldo, que tiene capacidades financieras muy superiores al Estado Provincial. El lunes hablé con la ministra Pettovello, y ella me transmitió que la asistencia a las emergencias pasaba a Seguridad. El ministro Javier Alonso (Seguridad) coordinó con su par nacional y ya estamos en contacto con el director nacional de Emergencias, a quien le hemos transmitido nuestro pedido preliminar, después por supuesto vendrá todo el resto de las evaluaciones.
