A pocas horas del partido más esperado de la temporada, el clima en la previa de la Champions League se volvió tenso. Este sábado desde las 16 (hora argentina), el PSG irá por su primer título en el torneo más importante de Europa enfrentando al Inter de Milán, pero el foco mediático lo encendió un protagonista inesperado: Ousmane Dembélé, que no dudó en lanzar una indirecta punzante hacia su excompañero Kylian Mbappé.
El fútbol tiene sus ironías. Mientras el nuevo jugador del Real Madrid sueña con conquistar Europa, su anterior equipo está a solo 90 minutos de hacer historia sin él. Mbappé abandonó París con la obsesión de la «orejona», pero su equipo actual fue eliminado temprano. En cambio, el PSG, sin su gran estrella, se encuentra en la final.
“El tenía el sueño de jugar en Madrid…”
La frase de Dembélé no tardó en recorrer el mundo: “Él tenía el sueño de jugar en el Madrid… El PSG siguió su camino. Nosotros nos concentramos en el nuestro”, expresó el extremo francés con una mezcla de serenidad y picardía, dejando claro que el equipo no se detuvo tras la salida de Mbappé.
Pero no todo fue palo. En tono más reflexivo, Dembélé también reconoció lo que significaría contar con el delantero en esta etapa: “Quizás con Kylian esta temporada seríamos un equipo más fuerte, nadie lo sabe”, admitió. Y cerró con una muestra de orgullo colectivo: “Es un gran orgullo estar aquí. No fue fácil, sobre todo al principio de temporada, pero supimos cambiar la dinámica. Es excepcional porque nunca sabés si vas a volver a jugar otra”.
La mejor versión de Dembélé en París
Más allá de las declaraciones, lo cierto es que Dembélé vive su temporada más explosiva. El ex Barcelona acumuló 48 partidos en la temporada con la camiseta del PSG, donde convirtió 33 goles y repartió 13 asistencias. A sus 28 años, parece haber encontrado su lugar en el mundo, justo cuando el club parisino más lo necesitaba.
Mientras el PSG se prepara para una final histórica, el contraste con el presente de Mbappé en Madrid se hace inevitable. A veces, las decisiones futbolísticas cobran sentido cuando ya es demasiado tarde para cambiarlas.