«Qué hijos de puta, todavía tenía alguna esperanza», dice una militante. Apoya su cartel en el piso. Busca un pañuelo y enseguida reacciona. «¿Saben cómo sigue», pregunta en un busca de una respuesta que no va a llegar. «Argentina sin proscripciones», reza su pancarta con una consigna otra vez trunca en el país de Perón y Evita. «Hay que saltar, hay que saltar, el que no salta es del Partido Judicial», suena de fondo. Son cerca de las 17:30 y un aluvión de militantes demuestra su respaldo a Cristina Kirchner en la sede del PJ, donde la dos veces presidenta esperó la anunciada condena.
La calle que alrededor de las 15 estaba transitable ahora está desbordada. La mayoría de las banderas están apostadas sobre la puerta de entrada al Partido Justicialista. La búsqueda de la novedad no tan novedosa de la Corte se transforma en acción. Las charlas son monotemáticas: qué hacer, dónde, cómo sigue la lucha sin caer en la derrota.

Sobre Matheu hay agrupaciones políticas, sindicatos, fotos de Néstor y Cristina, carteles contra la Corte y puestos improvisados con remeras de la presidenta del PJ. El padre Toto llega a bordo de su incansable bicicleta. Recibe saludos y pide novedades.

La militancia elige sus mensajes: hay cantos contra «el peluca de Milei», contra Mauricio Macri y contra la Corte corrupta compuesta por apenas tres magistrados.
«¿Vamos a Plaza de Mayo», se escucha. «No sé, Tribunales ya está vallado», informa otra voz. En los celulares el diálogo se reproduce a través de Whatsapp: «Salgo del laburo y voy para allá». «¿A dónde voy? a Matheu o a San José?», es la pregunta común. La creatividad popular se activa. «¿No habría que hacer algo con el partido de Argentina?», sugieren.
Mientras sobrevuelan las reflexiones al calor de la proscripción, se escucha un «Muchas gracias» inconfundible. La expresidenta sale para hablarle a la militancia. «Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar», suena. Pero enseguida el tiempo se detiene y asoma su voz. Es la hora de escuchar.
Cristina avisa que de ahí se irá a la casa. La Corte le dio cinco días hábiles para presentarse en Comodoro Py para que se efectivice la prisión. Esto pone el miércoles 18 como deadline ya que el lunes 16 es feriado por el paso a la inmortalidad de Martín Miguel de Güemes. Paradojas del destino, ese día se cumplen 70 años del bombardeo a la Plaza de Mayo del 55. Cristina seguramente no perderá oportunidad de expresarse sobre esa fecha.
Entonces la marea se traslada hacia el barrio de Constitución, donde la expresidenta fijó domicilio luego del atentado en su contra. «Somos de la gloriosa juventud peronista, somos los herederos de Perón y de Evita…» gritan durante la caminata.

La vigilia arranca a las 19 y no tiene horario de finalización. CFK llega acompañada por su hijo Máximo Kirchner y se asoma por al balcón para saludar a la multitud sonriente. Todo indica que hasta el miércoles habrá acompañamiento rotativo en la calle San José. Si la jefa del PJ tiene suerte, le dejarán cumplir la pena en ese domicilio. Pero esa historia todavía no empezó.