El mercado de la NBA acaba de estallar con una noticia que puede modificar todo el panorama de cara a la próxima temporada: Kevin Durant dejará Phoenix Suns y jugará en los Houston Rockets. Con 36 años y números aún de súper estrella, el alero acordó su llegada al equipo texano, que viene de terminar segundo en la Conferencia Oeste y busca consolidarse como candidato al anillo.
El traspaso pone fin a una etapa turbulenta en Arizona y abre un capítulo ilusionante para los Rockets, que se quedaron con uno de los mejores anotadores de los últimos tiempos. En la última temporada, Durant promedió 26.6 puntos, 6 rebotes y 4.7 asistencias, manteniéndose como un arma letal en ofensiva. La operación lo encontró en plena entrevista en Nueva York, donde la noticia se conoció en tiempo real.
Qué entregó Houston para quedarse con Durant
La llegada de KD no fue barata. Houston debió entregar a Jalen Green, Dillon Brooks, el pick número 10 del Draft y cinco futuras selecciones de segunda ronda. Se trata de una apuesta de alto riesgo: el equipo pierde juventud y profundidad, pero suma la experiencia de un MVP, campeón olímpico y múltiple All-Star.
El entrenador Ime Udoka, con quien Durant mantiene una buena relación desde su paso como asistente en Brooklyn, será clave para integrarlo a un plantel que también cuenta con Alperen Sengun, Fred VanVleet y Amen Thompson. En el papel, los Rockets pasan a ser un equipo de temer.
Qué pasará con Phoenix y cómo cambia el Oeste
La decisión de los Suns de soltar a Durant marca el inicio de una reconstrucción tras una temporada decepcionante, sin Playoffs y con muchas dudas. Con esta operación, la franquicia intenta rejuvenecer su plantel y recuperar margen para el futuro.
Mientras tanto, el Oeste se sacude: Denver, Minnesota, OKC y ahora Houston prometen una batalla feroz por el trono. El impacto mediático de Durant y su capacidad de cambiar el curso de una serie lo convierten en una de las figuras más influyentes del presente.
La reacción de Durant al enterarse en vivo
En plena entrevista durante el Fanatics Fest en Nueva York, Kevin Durant se enteró del traspaso a los Rockets. Su reacción fue de asombro, pero no ocultó una sonrisa. Los detalles aún no trascendieron, pero todo indica que el veterano está listo para un nuevo desafío y con hambre de gloria.
Así, uno de los movimientos más explosivos del mercado ya es oficial. Durant cambia de camiseta, pero su objetivo sigue siendo el mismo: volver a lo más alto. Y Houston, de pronto, parece estar más cerca de ese sueño.
