Lo que parecía una simple negociación terminó en una salida abrupta. Keylor Navas, figura mundial con pasado en Real Madrid, dejó Newell’s Old Boys tras apenas seis meses en el fútbol argentino. El destino del arquero será Pumas UNAM, que envió una propuesta cercana a los dos millones de dólares. El club rosarino terminó cediendo ante la presión del costarricense, quien venía insistiendo con el pase hace días.
La situación explotó justo antes del partido ante Banfield, donde Keylor debía ser titular. Sin embargo, el arquero solicitó quedar fuera del equipo como forma de protesta, decisión que obligó al cuerpo técnico a improvisar con Williams Barlacina bajo los tres palos. El entrenador Cristian Fabbiani, visiblemente molesto, declaró: “Seguramente en la semana voy a dar una conferencia de prensa. Ahora quiero hablar del partido”.
Esteban Andrada, en el radar de la Lepra
Con la salida de Navas confirmada, Newell’s ya empezó a moverse para buscar un reemplazante. Y el nombre que resurgió con fuerza es el de Esteban Andrada, actual arquero de Rayados de Monterrey. Según trascendió, Fabbiani ya se había comunicado con el ex Boca hace algunas semanas, pero las charlas se habían enfriado ante la posible permanencia de Keylor. Ahora, el panorama cambió por completo.
El dato clave es que el club rosarino tiene margen para negociar hasta el 31 de agosto, al tratarse de una venta al exterior, pese a que el cierre del mercado local será el 24 de julio. Además, la llegada del uruguayo Santiago Mele a Monterrey podría facilitar el regreso de Andrada al país, donde no juega desde hace cuatro años.
Los hinchas no le perdonaron su salida
El adiós de Navas no fue en silencio. En la previa del encuentro frente a Banfield, los hinchas presentes en el Estadio Marcelo Bielsa lo increparon durante la entrada en calor: primero con súplicas para que se quede, y luego con reclamos. Esa mezcla de tristeza y enojo se trasladó a las redes sociales ni bien se confirmó su partida.
Comentarios como “Mercenario”, “Feo lo de Keylor con Newell’s”, y “Pasará como un arquero más” inundaron las publicaciones del club. Para muchos fanáticos, la forma en que se marchó pesó más que su rendimiento. Lo cierto es que el ciclo de un arquero multicampeón terminó sin gloria en el fútbol argentino, mientras en Rosario ya piensan en quién ocupará su lugar.
