El regreso de Ángel Di María a Rosario Central generó una oleada de ilusión en los hinchas, pero también reavivó viejas polémicas dentro del fútbol argentino. Tras convertir dos penales decisivos, uno frente a Godoy Cruz y otro ante Lanús, las críticas no tardaron en llegar. Y quien alzó la voz con más dureza fue Ricardo Caruso Lombardi, que no dudó en poner en duda la limpieza de los fallos arbitrales y apuntar directamente contra el ex jugador del PSG.
En su rol como panelista en TN Deportivo, el polémico entrenador arremetió sin titubeos contra la figura de la Selección Argentina: “No se abusen. No podés decir que el penal es claro cuando tu compañero dice que se tiró. Lo primero que tenés que hacer es tirar los penales afuera y decirle a Tapia: ‘Yo no vine a ensuciar el fútbol argentino’”, disparó en tono elevado.
Caruso fue más allá y le exigió a Di María un gesto de arrepentimiento por la polémica que se desató tras la expulsión de Carlos Izquierdoz, quien fue echado luego de insultar al árbitro Merlos tras el penal sancionado para Central. “Llamá con Merlos a Izquierdoz y pídanle disculpas, porque se abusaron de un tipo caliente que sabía que lo estaban robando”, sentenció.
La polémica con Izquierdoz y el gesto de Di María
El episodio que desató la bronca de Caruso ocurrió cuando, tras la protesta del defensor de Lanús, Di María intercambió una mirada con el árbitro y levantó las cejas, lo que pareció influir en la decisión de mostrar la tarjeta roja. Para Lombardi, ese gesto fue determinante: “No podés comerle la orejita al árbitro como diciendo ‘mirá lo que te dijo’ para que lo echen”, denunció con indignación.
La escena tuvo lugar en el duelo disputado en La Fortaleza, donde el Canalla se impuso gracias al penal ejecutado por Fideo. La actitud del ex Real Madrid, interpretada por algunos como una maniobra sutil para provocar la expulsión, sumó más leña al fuego de la discusión arbitral.
¿Penales legítimos o favores arbitrales?
Todo comenzó en la primera fecha, cuando Dóvalo sancionó una infracción dudosa de Barrea sobre Véliz en el área de Godoy Cruz, lo que permitió el empate final 1 a 1 en el Gigante de Arroyito. Pero la polémica se potenció con el penal a favor de Central ante Lanús, cobrado luego de una jugada en la que el arquero Nahuel Losada chocó con Gaspar Duarte.
Tras el partido, Di María se mostró convencido: “El penal fue clarísimo”, declaró. Sin embargo, el propio Duarte encendió la controversia con una frase explosiva: “Fui a buscar la pierna del arquero”. Así, el debate se recalentó, mientras crecen las sospechas sobre posibles beneficios arbitrales hacia el equipo rosarino.
El trasfondo político y las sospechas de siempre
El regreso de Caruso Lombardi a los medios luego de su incursión política no trajo mesura, sino más fuego para una discusión que divide opiniones. Con el estilo que lo caracteriza, acusó al poder de Claudio «Chiqui» Tapia y pidió a Di María que no se convierta en una pieza más de un engranaje que, según él, “ya tiene demasiado barro”.
Más allá de las pasiones, el mensaje de Caruso dejó una huella: pidió a Fideo que sea ejemplo y se desmarque de cualquier maniobra dudosa. Una exigencia difícil de ignorar, especialmente cuando el regreso de un ídolo al fútbol argentino se convierte en el centro de tantas sospechas.
