Peritos de parte y expertos del Cuerpo Médico Forense iniciaron esta semana un paso clave en el marco de la producción de prueba sobre el ataque perpetrado por el gendarme Héctor Guerrero contra Pablo Grillo. Se trata de la pericia médica orientada a establecer, entre otros puntos, si las lesiones producidas por el disparo del cartucho de gas pusieron en peligro la vida del fotógrafo.
El trabajo pericial fue ordenado por la jueza María Servini en una resolución del 16 de mayo pasado. Frente a eso, este lunes por la mañana expertos del Cuerpo Médico Forense se presentaron en el Hospital Ramos Mejía junto a los peritos de parte para verificar de primera mano el estado de salud del reportero gráfico.
La visita de los peritos se llevó a cabo apenas unos días después de la sexta y última operación a la que fue sometido Grillo, en la que le colocaron una válvula y un catéter para desviar el exceso de líquido cefalorraquídeo al abdomen, según el parte difundido por su familia. Por esa complicación, la pericia había estado en duda, pero como afortunadamente la intervención salió bien, no hizo falta posponerla.
Según pudo saber Tiempo de fuentes vinculadas al expediente, lo que ocurrió este lunes fue la primera parte del trabajo pericial, que consistió en la reunión entre los expertos del Cuerpo Médico Forense y los peritos de parte María Jimena Perez Pelliser (por la defensa) y Ezequiel Amar (por la querella) con el paciente. «Lo visitaron, pudieron conocerlo y charlar con él», indicaron.
En esa línea, agregaron que la segunda parte del trabajo continuará en los próximos días cuando se reúnan para encarar el análisis de las constancias acerca del estado de salud de Grillo, sus intervenciones quirúrgicas y cómo fueron sus días en terapia intensiva desde aquel 12 de marzo en el que terminó desplomado sobre el asfalto tras recibir el impacto de un cartucho de gas en su cabeza.

Las preguntas que deberán responder
Para esa segunda etapa, los peritos deberán sacar conclusiones respecto del estado de salud del fotógrafo a partir de la respuesta a una serie de preguntas definidas por Servini en su resolución del 16 de mayo.
Por ejemplo, tienen que contestar si las lesiones producidas por el disparo pusieron en peligro la vida de Grillo. Vale recordar que, tras el impacto, los médicos le diagnosticaron un cuadro de fractura encefalocraneana con pérdida de masa encefálica, por el que lleva más de dos meses internado en terapia intensiva.
Por otra parte, deberán responder si las lesiones producidas por el disparo podrían ocasionarle secuelas neurológicas de forma permanente, y establecer si para ocasionar la lesión que sufrió Pablo Grillo se requiere del impacto o disparo directo sobre la superficie lesionada.
Servini también les pidió concluir si las lesiones fueron producidas por un disparo con un proyectil de alta energía cinética sobre la superficie lesionada y «la trayectoria médico-legal de la lesión al momento del impacto sufrido por Pablo Grillo».
Fuentes ligadas a la causa señalaron que se trata de un paso fundamental en el marco de la producción de prueba contra el cabo Héctor Guerrero. Ello si se tiene en cuenta que tarde o temprano el efectivo de la Gendarmería Nacional será citado a declaración indagatoria. «La jueza quiere saber si nos encontramos dentro del campo de las lesiones graves o gravísimas. No es lo mismo indagar por eso que por tentativa de homicidio», dijeron a Tiempo.
Mientras tanto, la familia Grillo -a través de la querella que conducen las abogadas Agustina Lloret y Claudia Cesaroni- aguarda una respuesta de la jueza Servini a un planteo para que Gendarmería remita los registros completos del operativo. Ello porque al analizar los videos y las grabaciones de las modulaciones radiales de aquel 12 de marzo notaron la existencia de inconsistencias, vacíos temporales y fragmentaciones.