En la foto de portada, se ve una sala totalmente equipada, con equipos que funcionan, pero que están desenchufados. Se trata de la sala de recuperación cardiovascular del hospital Durand, que hace tres años está sin funcionamiento porque no designan profesionales para el sector.
El intento de desmantelamiento del Hospital Durand es un proceso lento pero efectivo. Y si bien la resistencia de todos sus profesionales médicos y no médicos aminoró el objetivo del Gobierno porteño, quienes trabajan desde hace años en el lugar sostienen que las dos administraciones del ministro Fernán Quirós fueron letales para todo el centro de salud y la mayoría de los hospitales públicos de la Ciudad.
A la falta de recursos humanos, la carencia de insumos elementales, las malas condiciones de infraestructura hospitalaria, el cierre de salas y diferentes anexos y espacios interhospitalarios, se le suman los bajos salarios. Razón por la cual, muchos profesionales de la salud renuncian y migran hacia los centros médicos pagos.
La falta de profesionales provocó el cierre de varios espacios internos del Durand, algunos temporalmente y otros de manera definitiva. “Hace poco se cumplieron 3 años del cierre de la sala de recuperación cardiovascular, un servicio que recibía a los pacientes que salen de una cirugía central específica del corazón. Se encuentra cerrada por falta de siete médicos recuperadores y de todo el plantel de enfermería”, contó a Tiempo Luis Ortiz, delegado de ATE del hospital Durand.
Según la denuncia de los profesionales del nosocomio, el servicio cardiovascular en pocos años pasó de hacer 13 cirugías “a corazón abierto” por mes, a apenas tres o cuatro.
“La verdad que es lamentable que se lleven estas políticas, porque hoy la sociedad viene a realizarse una cirugía cardíaca en el hospital pero no tiene una sala de recuperación acorde donde se lo pueda tratar”, agregó Ortiz.
La sala de recuperación cardiovascular cumple un rol fundamental. El espacio está pegado al quirófano y tras la operación el paciente era trasladado allí. Pero ante el cierre de la sala ahora remueven a los pacientes a varios metros del lugar donde conviven con otros internados que padecen diferentes afectaciones.
“Ahora los llevan a Unidad Coronaria, que a su vez está compartida con una terapia intensiva. En la unidad coronaria vos tenés, además, diez pacientes y solo hay dos médicos de guardia que están a cargo de ellos. Es decir, un paciente sale de una cirugía tan invasiva como esta y no cuenta con médicos con plena disposición, que se quede todo el tiempo con él, ni tampoco con enfermeras. Desde la dirección del Durand dicen que el servicio cardiovascular funciona con normalidad, pero no, no funciona porque la disminución de cirugías se ha caído por la falta de los profesionales que solicitamos”, suma el delegado.
Por último, Ortiz recuerda que desde el verano pasado está cerrada la sala de Unidad Coronaria. “Desde febrero y hasta la fecha no la abren. Por eso actualmente está funcionando en una terapia intensiva. Imaginate las infecciones cruzadas que allí se producen al sacar un paciente que recibió una operación cardiovascular, y luego llevarlo a una unidad coronaria que funciona dentro de una terapia intensiva”.
Falta de profesionales en el Durand
Los fines de semana el Hospital Durand trabaja con menor cantidad de profesionales que son necesarios para su normal funcionamiento.
“Los sábados y domingos, no contamos con el personal suficiente. Nos faltan enfermeras en la terapia intensiva, en la unidad coronaria, en neonatología, un lugar también bastante delicado, donde no tenemos personal. El gobierno de la ciudad no nombra personal allí desde hace meses y tenemos muchísimas complicaciones con la atención de los pacientes”, denuncia Ortiz.
