Javier Milei está «emocionalmente conflictuado». Quienes lo frecuentan y dialogan con él a diario admiten, con preocupación genuina, que el presidente quedó preso de sus propias indefiniciones. La interna desenfrenada que su hermana de sangre, Karina Milei, y su hermano del alma, Santiago Caputo, arrastran desde hace meses hizo metástasis en todos y cada uno de los frentes que el Gobierno tiene abierto y amenaza con quebrar una estabilidad fingida que ya ni siquiera logra contentar a los propios.
Al escándalo que tiene al Jefe como principal acusada de montar una pyme de recaudación paralela en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y las turbulencias económicas que habilitó la derrota bonaerense, la bitácora de desgracias del libertario debió sumar un nuevo capítulo con la reaparición de la denuncia a José Luis Espert por sus probados vínculos con el empresario Federico “Fred” Machado, detenido en Argentina con pedido de extradición a Estados Unidos por narcotráfico y lavado de dinero.

Espert, la piedra en el zapato de Milei y el gobierno libertario
Pese a abroquelarse alrededor del candidato y hablar de “chismes de peluquería” para referirse a las acusaciones judiciales que motorizó el candidato a diputado, Juan Grabois, Milei no logra hacer que su propio Gobierno unifique el discurso. Esta mañana, Patricia Bullrich fue consultada por el escándalo y reconoció que «hace falta una explicación» por parte de Espert, al tiempo que reclamó una aclaración pronta del tema.
«Nosotros, que combatimos el narco con todo, no podemos aceptar conductas de personas aliadas al narco», lanzó sin rodeos la ministra-candidata. ¿Cómo interpretará el presidente los dichos de su favorita? El martes, Bullrich pasó dos horas reunida con Santiago Caputo en su despacho. ¿Le anticipó al asesor su postura al respecto? ¿El Mago del Kremlin libertario le habrá dado el visto bueno en esa avanzada para intentar despabilar a Milei de su obsesión, para muchos injustificada, con su amigo y diputado? Por ahora, sólo preguntas.
Desde el lunes existieron una seguidilla de reuniones entre las variopintas tribus que habitan la Casa Rosada. Con la fotografía de Espert frente al avión de Machado expuesta en todos los matutinos, no fueron pocos los que tiraron sobre la mesa la posibilidad de apartar del sprint electoral al economista. Algo de esto se habló en la reunión del lunes que Martín y Lule Menem tuvieron junto a Sebastián Pareja. Los armadores saben que Karina tiene un particular rechazo por el amigo de su hermano, por lo que la posibilidad de hacerlo a un lado estuvo latente para, además, contentar a la dueña de la guillotina libertaria.
El plan se descartó por completo cuando el propio Milei se refirió al tema y puso bajo su ala a su colega, por segunda vez. Meses atrás, cuando se debatían las composiciones de las listas a nivel nacional, la hermanísima intentó por todos los medios posibles bajar a Espert de la cabeza de lista. Incluso, hasta habilitó al propio Diego Santilli a dejar trascender que él sería el elegido y no su ex colega larretista. Ninguna de las avanzadas que ensayó la menor de los hermanos sirvió y el presidente, por primera vez, logró romper con su dependencia simbiótica. Más acá en el tiempo, la circunstancia parecería repetirse.
Sin embargo, el presidente le reconoce sin pudor a los propios que su hermana tiene potestad absoluta sobre su persona. Dependiente emocional y políticamente de Karina, Milei esquiva toda definición en el conflicto a cielo abierto que la hermanísima tiene con Caputo. Quienes conocen de cerca las emociones del libertario advierten que el presidente jamás bajará el martillo y, por el contrario, buscará que terceros tomen decisiones por él. El jefe de gabinete, Guillermo Francos, pareciera haber quedado en el lugar indicado.
El titular de los ministros gusta de mantener a rajatabla su papel de conciliador, un rol en el que Milei encontró un resguardo mientras sus manos derechas se despedazan. Francos no sólo fue quien le aconsejó al presidente ascender a Lisandro Catalán como ministro de Interior a espaldas del resto de los integrantes de la mesa chica, también fue el autor del acercamiento formal del líder libertario con Mauricio Macri.
El jueves pasado, en el evento organizado por la embajada de Arabia Saudita, el ex presidente y el funcionario se reunieron a solas y cerraron fecha y horario del encuentro de titanes que se concretó este domingo en Olivos. El cónclave se llevó adelante en total hermetismo, tanto así que el asesor preferido del presidente se enteró ese mismo día que su amigo se reencontraría con su archienemigo. “Le intentaron llevar una solución al presidente que tiene una injerencia mínima, porque a los que hay que ir a buscar son los que tienen los votos”, razona una figura que conoce de cerca la dinámica del gabinete en relación a la falta de acción con los gobernadores.
Se espera que en los próximos días haya un nuevo encuentro Macri-Milei, pero con una novedad. De este, luego de todo el agua que pasó bajo el puente, también participaría Karina. La intención, confiesan desde el macrismo, es hacer llegar de primera mano los pedidos y/o consejos que el ex presidente lleva en su maletín. Las privatizaciones, los lugares vacantes en el gabinete y las recompensas para su tropa son los primeros ítems de una lista que se sabe infinita.
La duda que ronda por estas horas en los despachos de ambos lados de la grieta libertaria es cuál será la postura que adoptará la hermanísima frente a la avanzada de Macri hacia Caputo. “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”, reza un viejo proverbio árabe. ¿La secretaria general se abrazará a Macri para arruinar al asesor? Más preguntas.
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— Santi C. (@slcaputo) October 1, 2025
Atento a esta circunstancia, el presidente equilibrista seguirá dándole caramelos de madera que contentan al piberío de Las Fuerzas del Cielo, fuera de las listas pero dentro del show militante. La plana mayor de la orga caputista acompañará al libertario en la presentación de su libro en el Movistar Arena el próximo lunes, un evento que mantiene entretenidos desde hace varios días a varios de sus referentes quienes se contentan con ser los patovicas que se reservan el derecho de admisión. Como darle un juguete a un niño, la manera más cómoda que encontró Milei de seguir contentando a todos sin tomar decisiones hasta que el tiempo, la política, el dólar y la interna se lo permitan.